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Cómo empezó todo...

Incluso cuando era estudiante, no le cogí el gusto al café a pesar de los experimentos anuales.

Por eso empecé a buscar algo que me despertara por las mañanas y me mantuviera despierto el mayor tiempo posible. Así que llegué a tomarme un Red Bull casi a diario, para sobrevivir al estresante día a día estudiantil.

Pronto, sin embargo, esto dejó de ser una alternativa, ya que la conciencia de comer algo "bueno" simplemente se hizo cada vez más fuerte. Así que empecé a buscar un estimulante agradable.

Afortunadamente, mi suegro viaja a Asia varias veces al año y me suministra de primera mano los tés más exquisitos.

Pronto me di cuenta de que el té verde no sólo sabe bien, sino que además tiene un efecto vigorizante y favorece la concentración de forma agradable: El té matcha.

Además de su efecto positivo y su agradable sabor, la particularidad de esta variedad de té es que durante su producción se muele toda la hoja en polvo fino en molinos de piedra. Sólo así se puede absorber todo el poder del té verde:

La cafeína despierta, la L-teanina relaja y los antioxidantes combaten casi todos los males del organismo. El triple perfecto.

Así que desde entonces me convertí en una bebedora confesa de Matcha. Rápidamente me di cuenta de que la oferta de bebidas de Matcha en el supermercado era muy limitada o incluso inexistente. ¿Sólo un estimulante saludable para la hora del almuerzo? Eso no sirve. Así nació la idea de desarrollar una bebida de Matcha para todos. Dicho y hecho: muy pronto comenzó el trabajo conceptual y la ponderación de nuevas y aparentemente insuperables preguntas:

¿Qué proveedor puede suministrar la materia prima en calidad ecológica y a qué precio? ¿Dónde consigo mis botellas y cómo funciona el sistema de depósito alemán? ¿Cómo puedo llenar el mayor número posible de botellas en el menor tiempo posible y por qué no tiene mucho sentido? ¿Y quién lo hace? ¿Cómo debe ser nuestro logotipo y qué debe figurar en el anverso y qué en el reverso? ¿Orgánico? ¿Cómo funciona y quién lo controla? E incluso después de aclarar todo esto, ¿cómo ha llegado a la tienda?

También quedó claro rápidamente que el té siempre sabe mejor cuando aún está caliente. Como esta era una tarea realmente irresoluble, había que encontrar algo que supiera frío y que, por lo tanto, fuera adecuado para el uso diario en la carretera. Así que probamos algo nuevo cada día, hasta que encontramos la fruta ideal y la mezcla perfecta: Matcha + lima. El agradable efecto del Matcha con el refrescante toque de la lima, simplemente natural, eficaz y refrescante.

Al final no hubo más remedio que dedicar el nombre de nuestra bebida a este todoterreno: [ma.tɕa] - simplemente.natural.vigorizante.