Peces celulares del biorreactor
Alternativa a la pesca
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Bluu Biosciences es la primera empresa de Europa especializada en el desarrollo y la producción de pescado con células. En todo el mundo hay actualmente sólo un puñado de empresas que operan en este campo. Bluu Biosciences cubre así un vacío en el mercado: Hoy en día, en casi todo el mundo se capturan más peces de los que pueden regenerarse de forma natural. Esto pone en peligro el suministro de alimentos básicos de cientos de millones de personas. Los peces de origen celular, producidos con la ayuda de la biotecnología moderna, pueden contribuir de forma decisiva a asegurar el suministro mundial de proteínas animales en el futuro.
"Vemos aquí un mercado en rápido crecimiento. El futuro pertenece a los productos fabricados en una economía circular", afirma el Dr. Sebastian Rakers, fundador y director general de Bluu GmbH. En mayo de 2020, lanzó la empresa junto con Simon Fabich. Su objetivo es introducir los productos en el mercado a través de los restaurantes como primer paso. Más adelante, los productos se suministrarán también a los supermercados. Rakers cita el final de 2023 como fecha realista para el lanzamiento al mercado. La cartera incluirá inicialmente productos híbridos como bolas de pescado, palitos de pescado y tartar de pescado, que se componen de una mezcla de componentes celulares y proteínas vegetales. El filete de pescado no estará listo para el mercado hasta una fecha posterior, ya que se necesita más investigación. El reto consiste en desarrollar un marco estructural poroso que permita que lleguen a las células suficientes nutrientes y oxígeno. "Esto es esencial para garantizar que las células crezcan en el marco estructural y se formen de la misma manera que lo harían en el tejido natural de los peces", explica el biólogo marino, que lleva doce años investigando con células de pescado en el Fraunhofer EMB.
Líneas celulares a partir de células madre adultas
El Dr. Rakers y su equipo aíslan las células de una biopsia procedente de un trozo de tejido de pez adulto. Las células aisladas, similares a las células progenitoras o células madre adultas, se multiplican después en el laboratorio en un cultivo in vitro. Como no envejecen, pueden dividirse infinitamente. A continuación, las células se alimentan con un medio nutritivo en el biorreactor. En la actualidad, el reactor tiene una capacidad máxima de cinco litros. Sin embargo, para obtener un producto comercializable, se necesita un reactor más grande. "Todavía no lo hemos conseguido, porque primero tenemos que perfeccionar los pasos del proceso que necesitan las células para crecer. Nuestro reto actual es dar el paso hacia la producción industrial".
Sin ingeniería genética, antibióticos ni toxinas ambientales
Las ventajas de la producción de pescado con células son numerosas. "No es necesario sacrificar a los peces y, en el mejor de los casos, sólo es necesario realizar una biopsia una vez", enumera el investigador como ejemplo de las muchas ventajas. El treinta por ciento de las poblaciones de peces están sobreexplotadas, mientras que el sesenta por ciento están explotadas al máximo. Por otro lado, la acuicultura no terrestre, que ha crecido rápidamente, sobre todo en la última década, y está asociada a la cría industrial, está provocando la contaminación de los océanos y la eutrofización de las aguas, sobre todo en zonas con poco caudal. Otros beneficios del pescado cultivado son su alto valor nutricional, así como su disponibilidad y las cortas cadenas de suministro asociadas. Los productos de pescado elaborados a partir de células de pescado no contienen ingeniería genética, antibióticos ni toxinas ambientales. Pueden producirse bajo demanda de forma descentralizada. A diferencia de la acuicultura, una fábrica de células puede instalarse en cualquier parte del mundo.
Producción sin suero fetal de ternera
En la actualidad, los investigadores se centran en optimizar el medio para asegurarse de que las células de pescado se produzcan de forma rentable y para perfeccionar las propiedades de las células, como el sabor y la textura. Esto se consigue, por ejemplo, aumentando la proporción de ácidos grasos omega-3 como importante portador de sabor. La tecnología necesaria para ello ha sido cedida por el Fraunhofer EMB. Además, los investigadores están trabajando para sustituir el suero fetal de ternera (FCS) por otros factores de crecimiento de origen vegetal y lograr una producción sin FCS. "El FCS se deriva de la sangre de fetos de vaca y es un componente principal de muchos medios de crecimiento necesarios para hacer crecer y cultivar células en los cultivos celulares", explica Rakers. "Nuestro primer prototipo estará completamente libre de FCS". Bluu GmbH sigue colaborando estrechamente con Fraunhofer EMB en su labor de investigación.
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