Nuevas estrategias contra la formación de biopelículas en la industria alimentaria para mejorar la seguridad de los alimentos

24.09.2024
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Un equipo de investigadores revela que la formación de biopelículas en las superficies que entran en contacto con los alimentos en la cadena de suministro supone un reto importante, ya que proporciona un entorno para bacterias nocivas que pueden provocar enfermedades de transmisión alimentaria y degradar la calidad de los alimentos. Esta revisión pone de relieve la necesidad crítica de soluciones innovadoras para mitigar la formación de biopelículas, mejorar la seguridad alimentaria y reducir las pérdidas económicas en la industria alimentaria.

The authors

Características de las biopelículas microbianas.

Las biopelículas son comunidades microbianas complejas incrustadas dentro de una matriz protectora, lo que permite a las bacterias prosperar en superficies de entornos de procesamiento de alimentos, como metal, plástico y vidrio. Estas biopelículas actúan como reservorios persistentes de bacterias, contaminando las materias primas y los productos procesados, lo que contribuye al deterioro de los alimentos, la transmisión de enfermedades y la propagación de genes de resistencia a los antibióticos. La capacidad de las biopelículas para resistir los métodos habituales de limpieza y desinfección las convierte en un importante problema de salud pública, sobre todo a la luz de la evolución de los patógenos transmitidos por los alimentos y de la complejidad de los procesos modernos de producción de alimentos.

Un estudio (DOI:10.48130/fmr-0024-0016 ) publicado en Food Materials Research el 06 de agosto de 2024, identifica la necesidad de seguir investigando en la optimización de estas tecnologías para aplicaciones más amplias en la industria alimentaria.

La revisión investigó la formación de biopelículas en superficies en contacto con alimentos en la industria alimentaria, centrándose en sus importantes implicaciones para la seguridad alimentaria, el deterioro y la salud pública. Las biopelículas son comunidades microbianas complejas que se adhieren a las superficies y actúan como reservorios persistentes de contaminación a lo largo del procesado de alimentos, lo que puede conducir a la propagación de patógenos transmitidos por los alimentos como Salmonella enterica, Listeria monocytogenes y Staphylococcus aureus. Estas bacterias forman biopelículas en diversas superficies, incluidos los equipos de procesamiento de carne y productos lácteos, lo que puede reducir la vida útil de los productos, aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades y provocar pérdidas económicas sustanciales. Aproximadamente el 90% de los microorganismos de la industria cárnica forman biopelículas, lo que supone unas pérdidas económicas anuales de 150 millones de dólares. Además, las biopelículas suponen un riesgo importante para los productos lácteos, ya que las condiciones de procesado y el almacenamiento prolongado facilitan la adhesión microbiana, lo que repercute en la calidad y seguridad de los productos lácteos. El estudio descubrió que la lactosa de la leche potencia el desarrollo de biopelículas en Bacillus subtilis a través de la detección del quórum, un mecanismo que regula la expresión génica en función de la densidad celular. Los métodos tradicionales de limpieza y desinfección suelen ser ineficaces contra las biopelículas, ya que las bacterias que las forman son hasta 1.000 veces más resistentes a los biocidas que las planctónicas.

Hay muchas estrategias novedosas para controlar las biopelículas, como los recubrimientos comestibles y las superficies en contacto con alimentos recubiertas con antibiopelículas. Los recubrimientos comestibles, hechos de polímeros naturales como el alginato y el quitosano, actúan como barreras contra el oxígeno, la humedad y la contaminación microbiana, prolongando la vida útil de los alimentos y reduciendo su deterioro. Además, los recubrimientos antibiopelícula, que liberan agentes antimicrobianos, impiden la adhesión bacteriana y la formación de biopelículas en las superficies, mejorando así la seguridad alimentaria. El estudio también subraya el potencial de la nanotecnología, en concreto de los nanosensores, para la detección rápida de biopelículas en entornos alimentarios. Los nanosensores proporcionan una monitorización sensible y en tiempo real de la presencia de biopelículas, lo que permite intervenir de inmediato y mejorar el control de la contaminación.

Según el Dr. John Smith, investigador principal del estudio, "las biopelículas son una barrera formidable en la seguridad alimentaria debido a su resistencia a las medidas de limpieza tradicionales y a su papel como refugio de patógenos. Abordar este problema requiere estrategias innovadoras dirigidas a la prevención, detección y erradicación de biopelículas para proteger la salud pública y mantener la calidad de los alimentos."

La formación de biopelículas en las superficies en contacto con los alimentos sigue siendo un reto crítico para la seguridad alimentaria, pero planteamientos innovadores como los recubrimientos comestibles, las superficies antibiopelículas y las tecnologías de nanosensores ofrecen soluciones prometedoras. Con el avance de estas estrategias, la industria alimentaria puede salvaguardar mejor la salud pública, reducir las pérdidas económicas y mejorar la calidad de los alimentos, satisfaciendo la creciente demanda de una producción alimentaria segura y sostenible.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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