Haciendo que el chocolate sea colorido
El chocolate brilla en los colores del arco iris que cambian dinámicamente. Parece brillar con la luz. Un grupo de científicos del ETH de Zúrich y de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes del Noroeste de Suiza (FHNW) ha presentado recientemente una patente para este proceso.
Los métodos tradicionales de coloración del chocolate existen desde hace mucho tiempo. Pero los investigadores del ETH son capaces de crear el efecto arco iris sin colorantes artificiales. El efecto se logra simplemente a través de una impresión superficial que produce lo que los científicos llaman un color estructural. El proceso es similar al de un camaleón, cuya superficie de la piel modula y dispersa la luz para mostrar colores específicos.
La historia comienza en el corredor compartido de un edificio universitario. El científico de alimentos Patrick Rühs, el científico de materiales Etienne Jeoffroy y el físico Henning Galinski charlan sobre el chocolate durante su pausa para el café. Aunque trabajan en diferentes grupos de investigación, sus oficinas están contiguas. Se preguntan cómo - y si - es posible hacer chocolate de color. Rühs estudia las propiedades materiales de los alimentos, Jeoffroy se especializa en materiales complejos y Galinski ya ha investigado a fondo los materiales ópticos.
Experimentos en la cocina
Los primeros experimentos comienzan en la cocina donde toman su café, a menudo un viernes por la tarde. El proyecto del chocolate está impulsado por pura curiosidad. El trío de investigadores comienza a documentar las propiedades del chocolate, para entender qué es lo especial del material y por qué es marrón. Las posibles soluciones que proponen son casi lúdicas, pero la aplicación práctica sigue siendo un reto.
En primer lugar, los tres científicos experimentan con colores estructurales basados en recubrimientos comestibles de oro y óxido de titanio. Dependiendo del grosor de la capa de titanio, en el chocolate oscuro aparecen colores amarillos dorados o azules profundos. Aún así, los investigadores rechazan este método, ya que el proceso de producción sería demasiado complejo y el recubrimiento del chocolate, cuyo punto de fusión es de 31°C, sería complicado y llevaría mucho tiempo. Llegan a la conclusión de que también debe ser posible encontrar una solución sin aditivos.
El proyecto de maestría lleva a un gran avance
Los investigadores deciden cambiar de rumbo: ahora quieren causar una impresión en la superficie, en lugar de utilizar un recubrimiento. El avance viene con la ayuda de la estudiante de ciencia de los materiales Anita Zingg, que está probando la nueva técnica como parte de su proyecto de maestría. Después de algunos intentos, funciona: un primer brillo de color aparece en el chocolate. Los científicos perfeccionan el método y el brillo se convierte en un resplandor.
Ahora el grupo también puede contar con el apoyo de dos expertos en recubrimientos de superficies de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes del Noroeste de Suiza (FHNW). Per Magnus Kristiansen y Jerome Werder están desarrollando un molde que permite imprimir más de un chocolate a la vez con un color estructural.
El descubrimiento está listo para ser ampliado para la industria. Los científicos están en conversaciones con los principales productores de chocolate y planean establecer pronto una empresa derivada.
Pero hay otra lección importante para los tres científicos: el proyecto sólo tuvo éxito porque diferentes disciplinas trabajaron juntas. Las ideas frescas evitaron que el proyecto se estancara en momentos cruciales.
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