Cargill se une a los esfuerzos por aumentar la productividad del cacao en Pará y restaurar las zonas forestales
Los proyectos tienen como objetivo mejorar el bienestar de los agricultores y proporcionar un cacao sostenible para la industria del chocolate
Cargill, en asociación con la organización sin fines de lucro Imaflora, está ejecutando dos proyectos de apoyo a los productores de cacao de Pará que tienen por objeto aumentar su productividad mediante medidas de conservación del medio ambiente y buenas prácticas agrícolas. Se espera que los proyectos ayuden a 150 familias de São Felix do Xingu, que forman parte de la Cooperativa Alternativa Mista dos Pequenos Produtores do Alto Xingu (CAMPPAX), mediante la restauración de aproximadamente 740 acres de tierras agrícolas degradadas para aumentar y diversificar los ingresos de los agricultores. Además, en Medicilândia se capacitará a más de 50 productores en las mejores técnicas de cultivo y en el uso eficiente de los productos agrícolas para cumplir las normas de la producción sostenible de cacao. Las iniciativas están en consonancia con los objetivos de sostenibilidad mundial de Cargill, que se centran en la prosperidad económica y social de los agricultores y la protección de los bosques.
Cargill se une a los esfuerzos por aumentar la productividad del cacao en Pará y restaurar las zonas forestales
Cargill
Imaflora se centra en el fortalecimiento de la cadena de producción de cacao, el fomento de la educación y el apoyo a las políticas públicas para combatir la deforestación ilegal. El apoyo financiero y de gestión de Cargill es esencial para fortalecer las acciones asociadas a la cadena de producción y la sostenibilidad ambiental. "Llevamos diez años operando en São Felix do Xingu y vemos que estos proyectos son muy importantes para mejorar las condiciones de producción y al mismo tiempo restaurar las áreas degradadas, con la ayuda de expertos en agricultura como recursos", dice Eduardo Trevisan Gonçalves, gerente de proyectos de Imaflora.
Cargill está centrando sus esfuerzos en el inicio de la cadena de suministro, ya que es allí donde se originan algunos de los desafíos más apremiantes. También es donde el trabajo conjunto puede tener el mayor impacto. "Todo se reduce siempre a la forma en que creamos beneficios duraderos para los productores de cacao, sus familias y comunidades. Queremos capacitarlos para que sean dueños de su futuro y logren su propio éxito empresarial. Esto se ajusta a nuestra estrategia de sostenibilidad mundial y forma parte del Plan de Acción Estratégico de Cargill "Protejamos Nuestro Planeta", explica Laerte Moraes, director general de Cargill Cocoa & Chocolate en Brasil.
El cacao es una especie nativa del Amazonas y, cuando se combina con otras especies nativas, ofrece un sistema económicamente viable que aumenta la resistencia del cacao, al tiempo que promueve la cubierta vegetal en las tierras agrícolas y conserva la biodiversidad. "Creemos en un enfoque colectivo en el que todos tienen un papel que desempeñar, y reconocemos el valor de compartir las mejores prácticas, desarrollar iniciativas que complementen las actividades de otras personas y trabajar en estrecha colaboración con asociados clave que conozcan el contexto y la cultura locales. Es trabajando juntos, en torno a proyectos como Floresta Produtiva y Farmer Coaching, que ayudaremos a los agricultores a prosperar a medida que aumentamos la productividad del cacao sostenible en Pará", añadió Laerte Moraes.
En el proyecto Floresta Produtiva participan 150 productores que apoyan la aplicación de sistemas agroforestales y la sostenibilidad ambiental de las propiedades en el marco del Código Forestal del Brasil. Proporciona plantones de especies nativas del bioma amazónico y productos agrícolas para la producción de plantones de cacao; asistencia técnica a los productores para la elaboración del Registro Ambiental Rural (RAC); Plan de Recuperación de Áreas Degradadas y Alteradas, y capacitación de los productores en gestión ambiental.
El proyecto Farmer Coaching incluye la capacitación de más de 50 productores para que se conviertan en embajadores de buenas prácticas en la producción sostenible de cacao en toda la región. Entre las técnicas que se enseñan están las instrucciones de poda, el uso eficiente de fertilizantes, el control de enfermedades, la fermentación, la seguridad en el trabajo, la correcta aplicación de los productos agrícolas y el uso de equipos de seguridad individual.
Ambos proyectos forman parte de la Promesa del Cacao de Cargill, nuestro compromiso de permitir que los agricultores y sus comunidades logren mejores ingresos y niveles de vida, lanzado en 2012. "Al igual que con todas las iniciativas de la Promesa del Cacao de Cargill, nuestras operaciones en el Brasil tienen por objeto aumentar el impacto social, económico y ambiental de los pequeños productores de cacao y sus familias para asegurar el futuro de la cadena del cacao de una manera más responsable y sostenible", destacó Moraes.
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