Nestlé Australia desarrolla conjuntamente un envoltorio de plástico reciclado para KitKat
Nestlé, junto con otras empresas, ha colaborado en el desarrollo del primer envoltorio de plástico blando para alimentos de Australia fabricado con contenido reciclado.
El KITKAT que es la señal de una pausa en el desafío de los residuos en Australia
Nestlé
El prototipo de envoltorio de KitKat, cuyo objetivo es cerrar el círculo del reciclaje de plásticos blandos, ha sido creado por una coalición de empresas de Australia con una visión compartida. Entre ellas, Nestlé, CurbCycle, iQ Renew, Licella, Viva Energy Australia, LyondellBasell, REDcycle, Taghleef Industries y Amcor reunieron sus conocimientos individuales para recoger y procesar los residuos de plástico blando, convertirlos de nuevo en aceite y crear un prototipo de envoltorio de calidad alimentaria.
Con el desarrollo conjunto de un envase de plástico reciclado, KitKat en Australia es uno de los primeros en moverse en este ámbito. Esta innovación está impulsada por el compromiso de Nestlé de reducir su uso de plásticos vírgenes en un tercio para 2025.
Sandra Martínez, consejera delegada de Nestlé Australia, dijo que el proyecto había sido impulsado por una determinación compartida de resolver el reto de los plásticos blandos, y por una enorme cantidad de buena voluntad.
"Entre todos hemos demostrado que existe una vía para resolver el problema de los plásticos blandos. Construir esto a escala, en todos los estados y territorios, en cientos de consejos, va a requerir un enorme esfuerzo por parte de los gobiernos a todos los niveles, de la industria y de los consumidores, pero creo que se puede hacer.
"Fabricantes como Nestlé desempeñarán un papel fundamental en el impulso de la demanda de envases de plástico blando reciclado de calidad alimentaria y en la creación de condiciones de mercado que garanticen que todas las partes interesadas de la cadena de valor consideren los plásticos blandos como un recurso y no como un residuo", afirmó Sandra Martínez.
Los envases de plástico blando reciclado de grado alimentario son un eslabón clave que falta en la apuesta de Australia por mejorar la gestión de los residuos y construir una economía circular, ya que la falta de infraestructuras de recogida y procesamiento dificulta que los residuos no vayan a parar a los vertederos y hace imposible satisfacer la demanda de envases con contenido reciclado.
Esta iniciativa es una continuación de la prueba de recogida de plásticos blandos anunciada el año pasado en Australia y está en consonancia con la visión de Nestlé de configurar un futuro sin residuos.
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