Las rotaciones de cultivos con judías y guisantes ofrecen una producción de alimentos más sostenible y nutritiva

14.04.2021 - Suiza

Cultivar más legumbres, como las alubias y las lentejas, es un enfoque potencialmente más sostenible y nutritivo para la agricultura europea, según un nuevo estudio publicado en Frontiers in Sustainable Food Systems. Este estudio presenta algunas de las primeras pruebas holísticas de que añadir legumbres a las rotaciones de cultivos tradicionales (que suelen incluir cebada, trigo y colza) ofrece importantes beneficios medioambientales, así como un mayor valor nutricional para los seres humanos y el ganado.

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"Esta estrategia puede contribuir significativamente a los objetivos específicos del Green Deal Farm to Fork de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de pesticidas químicos y el uso de fertilizantes sintéticos", afirma la primera autora, Marcela Porto Costa, de la Universidad de Bangor (Reino Unido). "Por ejemplo, en Escocia, hemos demostrado que la introducción de un cultivo de leguminosas en la rotación típica redujo las necesidades externas de nitrógeno a casi la mitad, manteniendo la misma producción de alimentos medida en términos de nutrición humana potencial."

Una fuente sostenible de nitrógeno

Todos los cultivos necesitan el nutriente crítico nitrógeno para crecer y, para la mayoría de los cultivos, los agricultores deben proporcionar nitrógeno a través de los fertilizantes. Sin embargo, cada vez está más claro que los fertilizantes convencionales no son sostenibles: su producción requiere mucha energía, agotan los recursos finitos y contaminan el medio ambiente.

La estrategia de la Unión Europea "Green Deal Farm to Fork" (de la granja a la mesa) pretende abordar específicamente este problema, con el objetivo de reducir las emisiones de efecto invernadero y el uso de pesticidas químicos en un 50%, así como reducir el uso de fertilizantes sintéticos en un 20% para 2030. A diferencia de otros tipos de cultivos, las leguminosas están entre los únicos que son capaces de obtener todo el nitrógeno que necesitan simplemente del aire que las rodea. Esto es gracias a una asociación simbiótica con bacterias que transforman el nitrógeno del aire en una forma que puede ser utilizada por las plantas.

Las leguminosas no sólo no necesitan fertilizantes, sino que además enriquecen el suelo con nitrógeno, reduciendo la necesidad de fertilizantes nitrogenados para futuros cultivos no leguminosos. Desde el punto de vista nutricional, las legumbres son también uno de los cultivos más ricos en nutrientes, ya que aportan proteínas, fibra, folato, hierro, potasio, magnesio y vitaminas.

Cálculo del aporte nutricional

El nuevo enfoque de Costa y sus colaboradores es más exhaustivo que los cálculos anteriores de la huella ambiental, ya que compara 10 secuencias de cultivos diferentes utilizando 16 categorías de impacto distintas. Su evaluación también representa un marco temporal de 3 a 5 años y tres climas europeos diferentes en Italia, Rumanía y Escocia.

"Nuestro enfoque innovador va más allá de las simples huellas alimentarias, ya que examina la huella de suministrar una cantidad específica de nutrición humana, o ganadera, a partir de todos los cultivos producidos dentro de las rotaciones de cultivos representativas", afirma el Dr. David Styles, que coordinó el estudio y tiene su sede en la Universidad de Limerick (Irlanda). "Así se obtiene una imagen más clara de los efectos entre cultivos y de la eficacia general de las distintas secuencias de cultivo a la hora de proporcionar alimentos nutritivos (o piensos para el ganado)".

Hasta ahora, este enfoque sólo calcula la entrega nutricional potencial. La cantidad de nutrientes que finalmente aportan las distintas rotaciones dependerá también de cómo se procesen y vendan los alimentos. También es necesario seguir investigando para desarrollar mejores cálculos para la alimentación del ganado. El equipo tiene previsto ampliar este enfoque a otros tipos de rotaciones de cultivos y a otros lugares y climas agrícolas.

"Nuestros resultados refuerzan las pruebas sobre el papel positivo que las transiciones dietéticas saludables podrían tener para la sostenibilidad medioambiental", afirma Styles. "Las legumbres proporcionan un equilibrio más saludable de carbohidratos, proteínas y fibra en comparación con los cultivos de cereales, y podrían mejorar el perfil nutricional de los alimentos que consumimos".

"Estos resultados también ponen de manifiesto la necesidad de pensar en todo el sistema (desde el cultivo hasta la mesa) a la hora de diseñar intervenciones que impulsen sistemas alimentarios sostenibles, de modo que podamos ofrecer una mejor nutrición a la vez que reducimos el impacto medioambiental", añade Costa.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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