Una idea brillante: los nuevos LEDs pueden detectar alimentos y gases letales
The University of Melbourne
La tecnología ha sido desarrollada por la Universidad de Melbourne, el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, la Universidad de California en Berkeley y el Centro de Excelencia para Sistemas Metaópticos Transformativos (TMOS) del Consejo Australiano de Investigación. Han creado un dispositivo que podría identificar una serie de gases, incluidos los letales, mejorando la seguridad de los bomberos, los mineros, los militares y el fontanero local. El trabajo aparece en la revista Nature.
Los espectrómetros de infrarrojos (IR) son equipos comunes de laboratorio que pueden identificar diferentes materiales analizando sus firmas infrarrojas, que son invisibles para el ojo humano. Al igual que una radio AM puede sintonizarse a diferentes frecuencias de onda de radio, los espectrómetros IR pueden sintonizarse a diferentes longitudes de onda, lo que permite un análisis de amplio espectro de una muestra de gas. Sin embargo, estos aparatos son voluminosos y caros y no suelen ser prácticos para sacarlos del laboratorio y llevarlos al campo.
"Nuestra nueva tecnología adhiere una fina capa de cristales de fósforo negro a un sustrato flexible similar al plástico, lo que permite doblarlo de forma que el fósforo negro emita luz de diferentes longitudes de onda, creando así un LED infrarrojo ajustable que permite la detección de múltiples materiales", explica el profesor de la Universidad de Melbourne Kenneth Crozier. "Esta tecnología podría caber dentro de los smartphones y formar parte del uso cotidiano".
Por ejemplo, las bacterias que se encuentran en la carne liberan varios gases al multiplicarse. La presencia de estos gases es un buen indicio de que la carne se está estropeando y ya no es apta para el consumo.
"El dispositivo colocado dentro de un frigorífico podría enviar una notificación de que la carne se está estropeando. Al apuntar a un bolso, podría revelar si éste es de cuero auténtico o un sustituto más barato", explica el profesor Crozier, que también es director adjunto de TMOS.
Los materiales actuales que se utilizan para los fotodetectores de infrarrojos y los dispositivos emisores de luz pueden ser difíciles de fabricar, en gran parte debido a la necesidad de múltiples capas de cristales perfectamente enlazados. Esta nueva tecnología de fósforo negro sólo requiere una capa, lo que permite que el dispositivo sea flexible y le confiere propiedades únicas cuando se dobla.
"El cambio de la longitud de onda de emisión del fósforo negro al doblarse es realmente espectacular, ya que permite ajustar el LED en el infrarrojo medio", explica el profesor Ali Javey, de la Universidad de California en Berkeley, cuyo grupo dirigió el trabajo.
Es importante destacar que el dispositivo podría hacer más seguro el trabajo de los bomberos, los mineros y los militares, permitiéndoles identificar gases potencialmente letales desde distancias seguras, ya que los dispositivos ultradelgados y ultraligeros pueden colocarse en pequeños drones. El vuelo de un dron de este tipo sobre el incendio de un edificio podría indicar a los bomberos los peligros a los que se enfrentan y el equipo que necesitarán.
Esta tecnología de bajo coste también podría utilizarse en dispositivos destinados a fontaneros y administradores de edificios.
"Nuestros fotodetectores de infrarrojos podrían integrarse en una cámara para poder mirar la pantalla de nuestro teléfono y 'ver' las fugas o emisiones de gas y poder determinar de qué tipo de gas se trata", explica el profesor Crozier.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.