La tasa de crecimiento de la cría de mariscos ya ha tocado techo, y ahora está en declive
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Según el estudio, si dependiéramos únicamente de la acuicultura para satisfacer la demanda de productos del mar en 2030, la producción mundial tendría que crecer al triple del ritmo actual previsto.
En esta entrevista, los coautores, el Dr. Rashid Sumaila, profesor del Instituto para los Océanos y la Pesca de la UBC y de la Escuela de Política Pública y Asuntos Globales, y el Dr. Muhammed Oyinlola, becario postdoctoral del departamento de zoología de la UBC y del Institut National de la Recherche Scientifique, explican por qué no podemos depender únicamente de la acuicultura para satisfacer nuestras necesidades de pescado.
Su estudio habla del "exceso de optimismo" de la acuicultura. ¿En qué consiste?
RS: Creemos que hay un exceso de optimismo sobre la acuicultura y su producción, con artículos de prensa titulados "¿Puede la acuicultura sostenible alimentar al mundo?" y similares. La gente tiende a centrarse en la tasa de crecimiento de la industria, y a ver la acuicultura como la solución a nuestros problemas de seguridad alimentaria causados por la sobrepesca, el cambio climático y otros. Así que decidimos ponerlo a prueba. Utilizando los datos de producción de la acuicultura desde 1950 hasta 2018 y calculando la tasa media de crecimiento de la mayoría de las especies de mariscos cultivados y de los países de todo el mundo, descubrimos que este crecimiento ya alcanzó su máximo en 1996, con un 14%, y que ahora está en declive.
Esta es la tasa media de crecimiento: la producción sigue aumentando, pero no tan rápidamente. Esta es la naturaleza de cualquier industria: el crecimiento inicial es rápido, pero alcanza un pico y se reduce cuando se enfrenta a las inevitables limitaciones; en este caso, cosas como el espacio adecuado, el acceso al agua, la disponibilidad de los peces necesarios para hacer harina de pescado, etc. La estabilización no significa que la acuicultura no contribuya a la producción mundial de alimentos de origen marino, sino que no contribuye tanto como muchos pretenden.
¿Qué ha descubierto?
MO: El salmón del Atlántico experimentó la mayor caída en el crecimiento de la producción acuícola para una especie, desde el 314% antes de 1970 hasta sólo el 0,9% en 2018. Nos sorprendió descubrir que el crecimiento de la cría de mariscos también está disminuyendo, ya que los mariscos no requieren ser alimentados con harina de pescado, por lo que hay técnicamente menos barreras para la cría de mariscos que de peces.
También proyectamos que si el mundo depende exclusivamente de la acuicultura para satisfacer la demanda de marisco, nos enfrentaremos a una escasez de marisco de unos 71 millones de toneladas al año en 2030, si la producción de marisco de piscifactoría sigue creciendo al ritmo actual.
¿Qué significa esto para la cría de marisco?
MO: Los alimentos de piscifactoría suelen ser muy especializados, ya que se cultivan unas pocas especies en función de la demanda del mercado. Sin las poblaciones de peces salvajes, perderíamos biodiversidad. Una de las consecuencias de esta falta de diversidad sería la pérdida de valor nutricional para los seres humanos, ya que los peces más pequeños, como las sardinas, están cargados de micronutrientes, pero el atún es lo que se vende. Mantener y recuperar las poblaciones de peces salvajes no sólo es bueno para la naturaleza, sino también para la salud humana y la seguridad alimentaria.
RS: No podemos depender únicamente de la acuicultura para satisfacer nuestras necesidades de productos del mar. Dejando de lado las razones técnicas, medioambientales y económicas para no hacerlo, el pescado salvaje es pescado para todos, en cierto sentido. Mientras que 201 países capturaron acumulativamente el 60% del total de las capturas mundiales de pescado salvaje en 2018, solo China produce el 60% del marisco de piscifactoría del mundo, y Asia produce el 90%. Si tienes dinero, puedes permitirte comprar marisco de piscifactoría, pero ¿y si no lo tienes? Me encantaría que la piscicultura alimentara perfectamente a todo el mundo, pero no es una realidad: La acuicultura tiene un papel que desempeñar, pero no debemos renunciar a nuestros peces salvajes, y eso significa recuperarlos y conservarlos. Necesitamos la acuicultura, sólo hay que gestionarla con prudencia y no exagerar su potencial.
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