La hambruna amenazó a muchos países cuando Rusia bloqueó los puertos del país vecino en el Mar Negro y, por tanto, las exportaciones de grano tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022. Se encontró una solución con la mediación de las Naciones Unidas (ONU) y Turquía. Sin embargo, Rusia amenaza con dejar que el acuerdo expire a finales de la próxima semana. El Secretario General de la ONU, António Guterres, está intentando mediar.
¿Qué es la Iniciativa de la ONU para los cereales del Mar Negro?
El bloqueo de las exportaciones ucranianas y las sanciones contra Rusia han provocado fuertes subidas de los precios de los cereales y los fertilizantes, entre otros, en el último año. Rusia y Ucrania suministraban casi una cuarta parte de las exportaciones mundiales de cereales antes de la guerra. En julio de 2022 se puso en marcha la Iniciativa del Mar Negro para los cereales entre la ONU, Turquía, Ucrania y Rusia. Permite la exportación controlada de grano desde los puertos del Mar Negro de Odessa, Chornomorsk y Pivdenny (Yuzhny). Los barcos son inspeccionados antes de navegar por el Bósforo hacia el Mármara y luego el Mediterráneo. Entre otras cosas, Rusia quiere excluir de este modo las entregas de armas a Ucrania.
¿Hasta cuándo es válido?
El acuerdo tenía una validez inicial de 120 días, hasta noviembre, y se prorrogó otros cuatro meses tras duras negociaciones. Según la ONU, expira el 19 de marzo.
¿Funciona bien?
Funciona, pero no bien. Los acuerdos entre los inspectores son laboriosos, Rusia ha retirado fuerzas y reducido así el número de equipos de inspectores, dicen los círculos de la ONU. Por eso los barcos están atascados en el Bósforo. A principios de marzo, 33 barcos esperaban la inspección, según el centro.
¿Qué partes del acuerdo benefician a Ucrania y cuáles a Rusia?
Para Ucrania es importante que las exportaciones aporten dinero a sus arcas. Gracias al acuerdo, podría vaciar los almacenes de grano en 2022, preparándose para una nueva temporada de cosecha. Rusia necesita la ayuda de la ONU para poder exportar grano y fertilizantes. Las sanciones occidentales restringen muchos negocios rusos. Aunque el grano y los fertilizantes no se ven directamente afectados, los operadores rusos tienen dificultades para hacer escala en puertos europeos, efectuar pagos y conseguir seguros para los buques. Por eso es necesario un acuerdo independiente entre la ONU y Rusia. En él, la ONU promete hacer todo lo posible para eliminar las barreras a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes.
¿Cómo se controlan las exportaciones?
Los barcos desembarcan frente a Estambul en una zona de control y allí se comprueba que no haya carga no autorizada. A continuación, el equipo de control concede o no un permiso al centro. Los buques sólo pueden transportar cereales, otros productos alimenticios o fertilizantes autorizados por el centro.
¿Cuántos buques cerealeros salen realmente?
Desde el inicio de la iniciativa, unos 900 buques han transportado mercancías desde puertos ucranianos. El número diario de buques puede variar mucho en ocasiones.
¿Se utiliza toda la capacidad?
Hasta principios de marzo, se exportaban por esta ruta nada menos que 23 millones de toneladas de cereales. Actualmente son de tres a cuatro millones de toneladas al mes, pero el potencial sería de siete millones.
¿Cuáles son las quejas rusas?
Rusia se queja de que las sanciones occidentales siguen obstaculizando sus exportaciones. El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo a su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, a principios de marzo, que la iniciativa sólo podría continuar si se tenían más en cuenta los intereses de los productores rusos de productos agrícolas y fertilizantes. Moscú quiere volver a introducir en el mercado mundial amoníaco para la producción de fertilizantes. Esto solía hacerse principalmente mediante un oleoducto a través de Ucrania, que ahora está bloqueado. Rusia también acusa a Ucrania de que el grano apenas llega a los países pobres, sino que se vende como pienso a los países occidentales por mucho dinero.
¿Cuál es la postura de Kiev al respecto?
La apertura del oleoducto de amoníaco desde la ciudad rusa de Tolyatti hasta el puerto de Odessa, en el sur de Ucrania, es políticamente explosiva. Kiev ha ofrecido a cambio la liberación de prisioneros de guerra ucranianos. Los intercambios de prisioneros se producen ahora con regularidad, pero hasta ahora no se sabe nada de los avances en la apertura del oleoducto. Por su parte, Kiev quiere asegurarse de que también puedan utilizarse otros puertos, especialmente Mykolayiv. El objetivo es exportar otros 25 millones de toneladas de grano antes de julio.
¿Qué opina la ONU al respecto?
Los representantes de la ONU admiten que las exportaciones rusas no están a la altura. "No es ningún secreto que hay una serie de retos de carácter normativo y de otro tipo que deben superarse", declaró el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric. Durante meses, más de 250 000 toneladas de fertilizantes rusos exportados antes de la invasión rusa de Ucrania quedaron atascados en Letonia y otros puertos de tránsito europeos debido a las sanciones occidentales. La ONU facilitó un primer envío de fertilizante ruso desde los Países Bajos a Malawi en noviembre, y están previstos envíos similares a otros países africanos. En cuanto al oleoducto de amoníaco, los representantes de la ONU esperan que Kiev ceda.
¿Llegan realmente las exportaciones a los países amenazados por el hambre?
Entre los países receptores, la ONU enumera Afganistán, Etiopía, Irak y Yemen. Sin embargo, sólo llegan allí pequeñas cantidades de unas decenas o cientos de miles de toneladas. La mayor parte se ha entregado hasta ahora a China: 4,9 millones de toneladas, seguida de España con 4 millones de toneladas y Turquía con 2,7 millones de toneladas. Esto no dice nada de los destinos finales de las entregas. En Alemania llegaron a principios de marzo unas 350.000 toneladas./oe/DP/zb (dpa)