Un nuevo informe revela que los delitos alimentarios cuestan a la economía británica hasta 2.000 millones de libras al año

Investigadores de Portsmouth colaboraron con la Agencia de Normas Alimentarias en la elaboración de un modelo para calcular el coste de los delitos alimentarios en el Reino Unido

17.10.2023
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Los delitos alimentarios cuestan a la economía británica hasta 2.000 millones de libras al año, según un nuevo informe publicado por la Agencia de Normas Alimentarias (FSA).

Investigadores de la Universidad de Portsmouth colaboraron con la FSA para calcular el coste de los delitos alimentarios en el Reino Unido. El informe "The Cost of Food Crime" ha constatado que el coste del fraude alimentario para los consumidores, las empresas y el gobierno oscila entre 410 millones y 1.960 millones de libras al año.

La gente no suele ser consciente de que es víctima de un fraude alimentario, pero los delitos alimentarios pueden perjudicar gravemente a los consumidores, a las empresas alimentarias y a la industria alimentaria en general. Puede consistir en vender alimentos o bebidas que no son lo que dicen ser, o que incluyen ingredientes más baratos que los que figuran en la etiqueta. Esta actividad supone una pesada carga para las empresas y las autoridades locales, así como para el sistema de justicia penal.

El modelo para calcular el coste de los delitos alimentarios fue desarrollado por un equipo universitario en el que participaron economistas, dirigidos por el Dr. Adam Cox, y criminólogos, el Dr. David Shepherd y el profesor Mark Button. Los doctores Edward Smart y Gerald Miller convirtieron el modelo en una base de datos basada en el aprendizaje automático para calcular una estimación basada en los delitos denunciados. Entre los socios del proyecto se encontraban la Dra. Karen Evenstine, de Decernis (una base de datos sobre fraude alimentario), y el Dr. Ansgar Wohlschlegel, de la Universidad de Swansea.

La profesora Lisa Jack, experta en sistemas alimentarios y delitos alimentarios de la Universidad de Portsmouth y directora del proyecto, declaró: "Esta es la primera vez que un equipo ha sido capaz de calcular el coste de los delitos alimentarios en la economía a partir de datos sobre delitos individuales, en lugar de utilizar aproximaciones. Nos complace haber colaborado con la Agencia de Normas Alimentarias en la elaboración de este modelo pionero".

La FSA, en colaboración con socios de la industria alimentaria, ha publicado (10 de octubre) una serie de propuestas del Grupo de Trabajo sobre Fraude Alimentario que reforzarán la respuesta colectiva a la delincuencia alimentaria:

  • la puesta en marcha de un nuevo número de teléfono gratuito para la línea directa sobre fraude alimentario, con el fin de facilitar a los ciudadanos la denuncia y el intercambio de información;
  • colaboración con la industria para fomentar la denuncia del fraude alimentario;
  • reforzar los acuerdos de intercambio de información entre los auditores externos a los que recurren las empresas alimentarias y la FSA para ayudar a prevenir actividades delictivas;
  • mejorar la forma en que la FSA emite alertas basadas en inteligencia para advertir mejor a las empresas alimentarias sobre posibles fraudes alimentarios en las cadenas de suministro.

La FSA también ha publicado un segundo informe titulado "What works to prevent food fraud" ("Lo que funciona para prevenir el fraude alimentario"), en el que se destacan formas de complementar su actual labor de prevención del fraude alimentario y reforzar las líneas de defensa contra los defraudadores.

Emily Miles, Directora General de la FSA, ha declarado: "El Reino Unido tiene algunos de los alimentos más seguros y auténticos del mundo, pero siempre existirá la amenaza de la delincuencia en el sistema alimentario.

"Las empresas alimentarias son la primera y más importante línea de defensa y queremos apoyarlas. Esta es una de las razones por las que hemos creado un grupo de trabajo para estudiar si pueden mejorarse algunos aspectos de nuestra respuesta colectiva a la delincuencia alimentaria. Juntos estamos facilitando el intercambio de inteligencia e información, ayudando a las personas que trabajan en el sistema alimentario a compartir sus preocupaciones con nosotros de forma libre y confidencial".

"Nuestra investigación sugiere que para las empresas y los consumidores que sufren la presión financiera, el coste de la delincuencia alimentaria sigue siendo importante".

Helen Sisson, Directora y Copresidenta de la Red de Inteligencia de la Industria Alimentaria, ha declarado: "Nos complace actuar con la FSA y nuestros socios de la industria alimentaria para reforzar la forma en que podemos prevenir los delitos alimentarios en nuestras cadenas de suministro. La cooperación y la comunicación entre todos los componentes del sistema alimentario son vitales para proteger al público y la reputación mundial de los alimentos británicos".

Si sospecha de un fraude alimentario, denúncielo a Food Crime Confidential, siempre disponible en food.gov.uk o llamando al 0800 028 1180 (0207 276 8787 para móviles y llamadas fuera del Reino Unido).

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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