¿Espresso, café con leche o descafeinado?

El código genético impulsa tu deseo de café

29.04.2021 - Australia

Tanto si te apetece un fuerte golpe de cafeína como si prefieres la espuma de un capuchino con leche, tu pedido habitual de café podría estar diciéndote más cosas de las que crees sobre tu salud cardiovascular.

University of South Australia

¿Espresso, café con leche o descafeinado? El código genético impulsa tu deseo de café

En un estudio realizado por primera vez en el mundo con 390.435 personas, los investigadores de la Universidad de Australia Meridional encontraron pruebas genéticas causales de que la salud cardiovascular -reflejada en la presión arterial y la frecuencia cardíaca- influye en el consumo de café.

Realizado en colaboración con el SAHMRI, el equipo descubrió que las personas con hipertensión arterial, angina de pecho y arritmia eran más propensas a beber menos café, café descafeinado o a evitar el café por completo en comparación con las que no presentaban estos síntomas, y que esto se debía a la genética.

La investigadora principal y directora del Centro Australiano de Salud de Precisión de la UniSA, la profesora Elina Hyppönen, afirma que se trata de un hallazgo positivo que demuestra que nuestra genética regula activamente la cantidad de café que bebemos y nos protege de consumir demasiado.

"La gente bebe café por todo tipo de razones: para levantarse cuando se siente cansada, porque sabe bien o simplemente porque forma parte de su rutina diaria", afirma la profesora Hyppönen.

"Pero lo que no sabemos es que las personas autorregulan inconscientemente los niveles seguros de cafeína en función de su presión arterial, lo que probablemente sea el resultado de un mecanismo genético de protección.

"Lo que esto significa es que alguien que bebe mucho café es probablemente más tolerante genéticamente a la cafeína, en comparación con alguien que bebe muy poco.

"Por el contrario, un no bebedor de café, o alguien que bebe café descafeinado, es más propenso a los efectos adversos de la cafeína, y más susceptible a la presión arterial alta".

En Australia, uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres padecen hipertensión, y esta afección es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, como el ictus, la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal crónica.

A partir de los datos del Biobanco del Reino Unido, los investigadores examinaron el consumo habitual de café de 390.435 personas y lo compararon con los niveles iniciales de presión arterial sistólica y diastólica, así como con la frecuencia cardíaca inicial. Las relaciones causales se determinaron mediante aleatorización mendeliana.

El profesor Hyppönen afirma que la cantidad de café que bebemos puede ser un indicador de nuestra salud cardiovascular.

"Tanto si bebemos mucho café como si bebemos poco o evitamos por completo la cafeína, este estudio demuestra que la genética guía nuestras decisiones para proteger nuestra salud cardiovascular", afirma el profesor Hyppönen.

"Si tu cuerpo te dice que no bebas esa taza extra de café, es probable que haya una razón para ello. Escucha a tu cuerpo, está más en sintonía con tu salud de lo que crees".

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