El consumo frecuente de bebidas azucaradas favorece la obesidad y el hígado graso
Los responsables políticos deben ofrecer más incentivos para una alimentación sana
El consumo excesivo de bebidas azucaradas no es saludable: esta constatación no es nueva. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Zúrich demuestra que incluso las cantidades comerciales de fruta y azúcar doméstico de los refrescos pueden duplicar la producción de grasa propia del organismo en el hígado. A largo plazo, esto favorece el desarrollo de la diabetes y la enfermedad del hígado graso. A la vista de los resultados, la Alianza Alemana de Enfermedades No Transmisibles (DANK) hace un llamamiento a los políticos para que pongan en marcha un amplio paquete de medidas que frenen de una vez por todas las consecuencias de una dieta poco saludable.
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Como parte de una dieta equilibrada y saludable, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo diario de azúcar a un máximo de 50 gramos, o incluso mejor a 25 gramos. Los efectos del consumo regular de bebidas azucaradas en el organismo quedan demostrados por un reciente estudio de Zúrich. Los investigadores estudiaron a un total de 94 hombres jóvenes de peso normal con un índice de masa corporal (IMC) < 24, que consumieron bebidas endulzadas con fruta, uva o azúcar de mesa durante siete semanas. Para el estudio, consumieron así 80 gramos adicionales de azúcar cada día, además de su dieta normal. El grupo de control prescindió de cualquier bebida azucarada.
El resultado: los participantes del grupo de fruta y azúcar de mesa tenían el doble de producción de grasa endógena en el hígado que los participantes del grupo de control. "Nos sorprendió especialmente que la glucosa, que suele declararse saludable, provocara un aumento tan significativo de la síntesis de grasa", afirma el doctor Heiner Wedemeyer, portavoz de medios de comunicación de la Sociedad Alemana de Gastroenterología, Enfermedades Digestivas y Metabólicas. (DGVS). Esto es problemático porque estas grasas se almacenan en el hígado y conducen a su degeneración grasa a medio plazo. El consumo de alimentos con alto contenido en azúcar y grasa estimula y, por tanto, acelera el desarrollo de la obesidad, la diabetes de tipo 2, el hígado graso y otras enfermedades secundarias. "En Alemania, casi una de cada tres personas padece ya hígado graso no alcohólico (HGNA). Se calcula que en 2030 el número de pacientes con hepatitis de hígado graso (EHG) aumentará hasta los 4,7 millones. Los responsables políticos tienen la responsabilidad de tomar medidas para hacer frente a esta tendencia", dijo Wedemeyer.
La política debe establecer más incentivos para una alimentación sana
"El estudio de Zúrich demuestra que 80 gramos de azúcar al día pueden causar graves problemas de salud, pero esto no guarda proporción con la realidad. Un litro de cola ya contiene más de 90 gramos de azúcar de media", afirma Barbara Bitzer, portavoz de DANK y directora ejecutiva de la Sociedad Alemana de Diabetes (DDG). "Es totalmente incomprensible que Alemania ignore deliberadamente estos resultados con la consideración de la industria alimentaria y sólo confíe en una reducción voluntaria del azúcar". Para el experto, está claro que los intereses de la salud deben primar sobre el afán de lucro de los fabricantes, pero para ello es necesario que los políticos apliquen finalmente medidas vinculantes.
"En el Reino Unido, por ejemplo, un impuesto sobre las bebidas que superan el límite de 5 gramos de azúcar por cada 100 ml consiguió reducir el contenido de azúcar en los refrescos en una media del 34% en dos años", explica Bitzer. El azúcar comprado por hogar también se redujo en casi un 10% de esta manera. "Estos ejemplos demuestran que un impuesto sobre los refrescos basado en el modelo británico funciona", continúa Bitzer.
La alianza científica DANK aboga, por tanto, por un amplio paquete de medidas que hagan más responsables a los fabricantes de alimentos y faciliten a todos la alimentación y el comportamiento saludable. El amplio paquete de medidas incluye:
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supresión del IVA de los alimentos saludables y aumento de los impuestos sobre los alimentos con alto contenido en azúcar, grasa y sal
las bebidas no alcohólicas con alto contenido de azúcar deben ser gravadas con un 29%.
prohibir la publicidad de alimentos y bebidas poco saludables dirigida a los niños
el etiquetado obligatorio de todos los alimentos con la eficaz Nutri-Score introducida el año pasado
normas vinculantes para la alimentación en guarderías y escuelas según las directrices de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE)
al menos una hora de ejercicio diario en la escuela y el jardín de infancia
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.