El precio de los alimentos y bebidas con etiqueta ética es el mayor obstáculo para la compra
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Los consumidores franceses son los que más se desaniman por los precios elevados cuando compran alimentos y bebidas etiquetados éticamente, como los que dicen ser de comercio justo, ecológicos o de granja. En Francia, el 42% de los consumidores que no compran alimentos o bebidas con etiqueta ética dicen que estos productos son demasiado caros. El 37% de los consumidores españoles y polacos están de acuerdo con esto. Pero el precio también juega un papel importante entre los consumidores alemanes. Especialmente los compradores jóvenes de entre 16 y 34 años rehúyen los precios más altos de los productos correspondientes (el 41 % de los encuestados alemanes de este grupo de edad). En comparación, algo más de un tercio (34 %) de todos los consumidores alemanes afirman que no compran alimentos o bebidas con etiqueta ética debido al precio.
Según Mintel, una mayor transparencia podría aumentar las ventas. Algo menos de tres de cada cinco consumidores franceses (57%) y más de la mitad de los alemanes (54%) afirman que una mayor transparencia, como un desglose de precios, les animaría a comprar más a menudo alimentos y bebidas con etiqueta ética.
La importancia de la ética de una marca queda confirmada por el hecho de que más de un tercio de los consumidores alemanes (33%) afirman que ya no compran productos de empresas de alimentación o bebidas que actúan de forma poco ética. Esta proporción se eleva al 41 % entre los consumidores franceses e incluso al 46 % entre los españoles.
Además, los consumidores europeos coinciden en que una indicación más clara del destino de los recargos de los productos certificados les haría más proclives a comprar alimentos y bebidas éticos. En Alemania, el 54% de los consumidores está de acuerdo, en Polonia el 64% y en Italia el 69%.
Katya Witham, analista global de alimentos y bebidas de Mintel, comenta:
"El aumento de los precios, dada la elevada inflación de este año, podría hacer que las marcas sufrieran un golpe, ya que es más probable que los consumidores limiten su gasto a la compra de productos básicos o recurran a las marcas blancas. Dada la actual coyuntura económica, ajustan sus exigencias y buscan datos e información que justifiquen los precios más altos de los alimentos y bebidas éticos.
Centrarse en valores de marca más amplios, como normas sociales más estrictas para los empleados y los proveedores o el apoyo a las economías regionales, podría ser más convincente para los consumidores de los precios, a menudo más altos, de los alimentos y bebidas éticos, incluso en los tiempos más difíciles que se avecinan. Estos compromisos deben comunicarse de forma transparente, creíble y medible".
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