Investigadores de la Universidad de Tufts descubren la relación entre los alimentos mejor valorados por el nuevo sistema de perfiles nutricionales y los mejores resultados de salud a largo plazo

En un artículo publicado en Nature Communications el 22 de noviembre, los investigadores evaluaron si los adultos que comían más alimentos con puntuaciones más altas de Food Compass tenían mejores resultados de salud a largo plazo y encontraron que sí.

Introducido en 2021, Food Compass proporciona una medida holística del valor nutricional global de un alimento, bebida o comida mixta. Mide 9 dominios de cada artículo, como las proporciones de nutrientes, los ingredientes de los alimentos, las vitaminas, los minerales, el grado de procesamiento y los aditivos. Basándose en las puntuaciones de 10.000 productos de consumo habitual en EE.UU., los investigadores recomiendan que los alimentos con puntuaciones de 70 o más sean alimentos que se fomenten; que los alimentos con puntuaciones de 31 a 69 se consuman con moderación; y que todo lo que tenga una puntuación de 30 o menos se consuma con moderación. Para este nuevo estudio, se utilizó Food Compass para puntuar toda la dieta de una persona, basándose en las puntuaciones de Food Compass de todos los alimentos y bebidas que consume habitualmente.

"Un sistema de perfiles nutricionales pretende ser una medida objetiva de lo saludable que es un alimento. Si cumple su propósito, los individuos que consumen más alimentos con puntuaciones más altas deberían tener mejor salud", dijo Meghan O'Hearn, candidata al doctorado en la Escuela Friedman y autora principal del estudio.

Para este estudio de validación, los investigadores utilizaron registros dietéticos y datos de salud representativos a nivel nacional de 47.999 adultos estadounidenses de entre 20 y 85 años que se inscribieron entre 1999 y 2018 en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES). Las muertes se determinaron a través de la vinculación con el Índice Nacional de Muerte (NDI).

En general, los investigadores encontraron que la puntuación media de Food Compass para las dietas de los casi 50.000 sujetos fue de solo 35,5 sobre 100, muy por debajo del ideal. "Uno de los descubrimientos más alarmantes fue lo pobre que es la dieta media nacional", dijo O'Hearn. "Esto es un llamamiento a la acción para mejorar la calidad de la dieta en Estados Unidos".

Cuando se evaluaron las puntuaciones de la dieta Food Compass de las personas con respecto a los resultados de salud, se observaron múltiples relaciones significativas, incluso ajustando otros factores de riesgo como la edad, el sexo, la raza, la etnia, la educación, los ingresos, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la actividad física y el estado de la diabetes. Una mayor puntuación de la dieta Food Compass se asoció con una menor presión arterial, azúcar en sangre, colesterol en sangre, índice de masa corporal y niveles de hemoglobina A1c, así como con una menor prevalencia del síndrome metabólico y del cáncer. Una mayor puntuación de la dieta Food Compass también se asoció con un menor riesgo de mortalidad: por cada aumento de 10 puntos, hubo un 7 por ciento menos de riesgo de muerte por todas las causas.

"La búsqueda de alimentos y bebidas saludables puede ser un poco salvaje", dijo Dariush Mozaffarian, profesor de nutrición Jean Mayer y decano de políticas de la Escuela Friedman. "Nuestros resultados respaldan la validez de Food Compass como herramienta para orientar las decisiones de los consumidores, así como las reformulaciones de la industria y las estrategias de salud pública para identificar y fomentar alimentos y bebidas más saludables."

En comparación con los sistemas existentes de elaboración de perfiles nutricionales, Food Compass ofrece una evaluación más innovadora y completa de la calidad nutricional, afirman los investigadores. Por ejemplo, en lugar de medir los niveles de grasas alimentarias, sodio o fibra de forma aislada, adopta una visión más matizada y holística, evaluando la relación entre las grasas saturadas y las insaturadas; entre el sodio y el potasio; y entre los carbohidratos y la fibra.

Food Compass también aumenta la puntuación de los ingredientes que han demostrado tener efectos protectores para la salud, como las frutas, las verduras sin almidón, las alubias y las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas, el marisco, el yogur y los aceites vegetales; y reduce la puntuación de los ingredientes menos saludables, como los cereales refinados, la carne roja y procesada, y los alimentos ultraprocesados y los aditivos.

Los investigadores diseñaron Food Compass teniendo en cuenta la constante evolución del campo de la ciencia de la nutrición, y su equipo multidisciplinar -compuesto por investigadores con experiencia en epidemiología, medicina, economía y nutrición biomolecular- continuará evaluando y adaptando la herramienta basándose en la investigación nutricional más vanguardista.

"Sabemos que el programa Food Compass no es perfecto", afirma Mozaffarian. "Pero proporciona una calificación más completa y holística del valor nutricional de un alimento que los sistemas existentes, y estos nuevos hallazgos apoyan su validez al demostrar que predice una mejor salud".

Estos hallazgos son oportunos dada la publicación de la nueva Estrategia Nacional sobre el Hambre, la Nutrición y la Salud de Estados Unidos. Uno de los pilares de esta estrategia es "capacitar a todos los consumidores para que hagan y tengan acceso a opciones saludables" a través de medidas como la actualización del etiquetado de los alimentos y su fácil interpretación, la creación de entornos alimentarios más saludables y la creación de un suministro de alimentos más sano.

"Este estudio valida aún más a Food Compass como una herramienta útil para definir los alimentos saludables. Esperamos que el algoritmo de Food Compass -disponible públicamente para todos- pueda ayudar a orientar el etiquetado de la parte delantera del envase; las opciones de compra en los comedores de los lugares de trabajo, los hospitales y las escuelas; los programas de incentivos para una alimentación más saludable en los programas sanitarios y de nutrición federales; las reformulaciones de la industria; y las políticas gubernamentales en torno a los alimentos", dijo O'Hearn.

Los investigadores tienen previsto trabajar en una versión simplificada que requiera menos aportes de nutrientes, así como en versiones adaptadas a condiciones específicas, como la diabetes y el embarazo, o a poblaciones de otros países. El equipo de investigación también está interesado en añadir dominios de Food Compass basados en otros aspectos de los alimentos, como la sostenibilidad medioambiental, la justicia social o el bienestar animal.

"Esperamos seguir encontrando formas de mejorar el sistema Food Compass y hacerlo llegar a más usuarios para ayudar a despejar la confusión sobre las opciones más saludables", dijo Mozaffarian.

La investigación de la que se informa en este artículo ha sido financiada por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Institutos Nacionales de la Salud con el número de concesión 2R01HL115189 y Vail Innovative Global Research. La información completa sobre los autores, los financiadores y los conflictos de intereses está disponible en el artículo publicado.

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