Los países del Pacífico gravan los alimentos poco saludables para atajar la crisis de las ENT
University of Otago
La investigación, dirigida por la Universidad de Otago, Wellington, descubrió que desde el año 2000, una cuarta parte de los 22 países y territorios de las islas del Pacífico estudiados habían introducido impuestos dirigidos a los alimentos poco saludables, una estrategia en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El estudio sobre las políticas fiscales alimentarias en los 20 años que restan hasta 2020 se publica en la revista internacional Public Health Nutrition.
La Dra. Andrea Teng, investigadora principal del Departamento de Salud Pública de la Universidad, afirma que cinco de los países del estudio introdujeron nuevos impuestos especiales durante el periodo estudiado, mientras que 14 modificaron los aranceles sobre los alimentos importados. Los alimentos procesados, el azúcar, las carnes grasas y la sal fueron los principales objetivos de los impuestos. Los impuestos sobre las bebidas azucaradas no se incluyeron en la investigación, pero también se han aplicado ampliamente en los pequeños Estados insulares.
Según el Dr. Teng, se identificaron un total de 279 impuestos por grupo de alimentos, de los cuales el 15% eran impuestos especiales dirigidos a alimentos poco saludables, y el 85% eran aranceles de importación.
"Algunos impuestos especiales son significativos, desde hasta el 8% en Samoa hasta el 22% en Nueva Caledonia y hasta TOP 5/kg en Tonga (2,10 dólares), CFP 120/kg en la Polinesia Francesa (1,10 dólares) y VT 20/kg en Vanuatu (0,17 dólares). La Polinesia Francesa, por ejemplo, ha aplicado un impuesto a alimentos como galletas, helados, mermeladas y chocolate basado en su contenido de azúcar.
"Impuestos como estos son una herramienta importante para abordar el entorno alimentario y la tendencia al alza de las enfermedades no transmisibles".
Seis de los países, Fiyi, Polinesia Francesa, Nueva Caledonia, Samoa, Tonga y Vanuatu, aplicaban tanto impuestos especiales como aranceles a la importación de productos alimentarios. Las Islas Cook, los Estados Federados de Micronesia, las Islas Marshall, Nauru, Niue, Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón y Wallis y Futuna sólo aplicaban aranceles a la importación, mientras que Samoa Americana, las Islas Marianas del Norte, Guam, Kiribati, Palaos, las Islas Pitcairn, Tokelau y Tuvalu no tenían políticas identificadas en materia de impuestos alimentarios.
El Dr. Teng afirma que los gobiernos de la región reconocen cada vez más que las políticas alimentarias son una forma crucial de abordar los altos niveles de enfermedades crónicas.
"Estas medidas promueven opciones alimentarias más sanas y pueden mejorar la salud de las personas".
Pero, dice, los impuestos alimentarios deben aplicarse a los ingredientes poco saludables de forma sistemática para asegurarse de que son lo más eficaces posible.
"Garantizar que los impuestos se basen en el nivel de azúcar, grasa y sal de los alimentos es una forma realmente eficaz de animar a los productores a reducir la cantidad de ingredientes poco saludables en los productos, sin imponer una elevada carga fiscal a los consumidores."
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