Del agua al chicle: cada vez más productos con cafeína añadida
Una encuesta en línea del Centro de Asesoramiento al Consumidor de Renania del Norte-Westfalia muestra que el contenido de cafeína no suele ser evidente a primera vista
La variedad de productos con cafeína es enorme, sobre todo en las tiendas online. Ya sea en forma de guaraná, matcha o cafeína sintética, el estimulante puede encontrarse ahora también en alimentos donde uno no esperaría encontrarlo. Hace unos años, había que tomarse tres tazas de café para obtener la dosis personal de cafeína, pero hoy en día basta con tomar un chicle con cafeína, una barrita de cafeína o un agua con cafeína. El Centro de Asesoramiento al Consumidor de Renania del Norte-Westfalia se muestra crítico: "Hemos comprobado la información y las advertencias de 49 productos de una muestra aleatoria del mercado", dice Antonia Brandstädter, experta en alimentación del Centro de Asesoramiento al Consumidor de Renania del Norte-Westfalia. "Si hay cafeína en los dulces o bebidas azucaradas, puede aumentar mucho el consumo de cafeína además de la cantidad perjudicial de azúcar y convertirse en un problema de salud".
Algunos dulces contienen cuatro veces más cafeína que otros
Los productos con cafeína van desde el té, los refrescos o el cacao hasta los complementos alimenticios. Y el contenido de cafeína de los distintos productos suele variar mucho. "Esto dificulta el seguimiento de la cantidad total de cafeína consumida", explica Antonia Brandstädter. Hay chicles con 30, pero también con 60 miligramos de cafeína por chicle, es decir, el doble. Una barrita de cafeína puede contener entre 56 y 114 miligramos de cafeína. El contenido de cafeína de los caramelos y chicles de frutas varía aún más: la muestra incluía productos con entre diez y 40 miligramos de cafeína por caramelo o chicle de frutas. "En el caso de la cafeína en polvo, la dosificación correcta ya puede fallar debido a la medición correcta de la dosis individual recomendada. Cantidades como 200 miligramos no son mensurables para la mayoría de las balanzas domésticas, y las especificaciones de las puntas medidoras son peligrosamente imprecisas."
La normativa sobre etiquetado es inadecuada
"Según la ley, los productos que contienen cafeína deben llevar la etiqueta correspondiente", afirma el experto en nutrición. En el caso de las bebidas, el contenido de cafeína debe indicarse a partir de un contenido de 150 miligramos de cafeína por litro (en mg por 100 g/ml) y debe adjuntarse una advertencia que indique que el contenido de cafeína es elevado y que el alimento no está recomendado para niños y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En el caso de los alimentos sólidos con cafeína añadida, el contenido de cafeína y la advertencia deben figurar siempre en la etiqueta. "En el comercio minorista fijo, esta información a menudo sólo se encuentra en la parte posterior del envase y es visualmente bastante discreta. Los consumidores tienen que buscarla activamente", critica Brandstädter. Pero, sobre todo, esta información se omite si la denominación oficial del producto hace referencia a "té" o "café" y las bebidas son a base de café, té o extracto de café o té. Esto se debe a que estos productos están exentos del etiquetado de la cafeína. Por ejemplo, el té helado, que en muchos casos contiene cafeína, no tiene que etiquetarse como que contiene cafeína. "Esto puede aumentar la cantidad de cafeína de forma inadvertida, ya que mucha gente no espera que contenga cafeína". Por tanto, la normativa actual sobre etiquetado no es suficiente, en opinión del centro de asesoramiento al consumidor de NRW. Además, el contenido de cafeína se indica por 100 g/ml, pero los tamaños de los envases a menudo no alcanzan o superan esta cantidad. "Entonces hay que hacer cuentas para hacerse una idea de la cantidad de cafeína consumida, algo que seguro que casi nadie hace", critica Brandstädter.
Numerosos riesgos asociados a un exceso de cafeína
Consumir cafeína con moderación es inofensivo. Sin embargo, una sobredosis puede tener efectos negativos para la salud. No importa si se trata de cafeína natural o sintética. Las consecuencias de una sobredosis van desde nerviosismo y falta de concentración hasta náuseas, temblores, insomnio e hipertensión. En el peor de los casos, una sobredosis aguda puede incluso provocar la muerte. Por ello, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido unos niveles máximos de ingesta de cafeína. La dosis única máxima recomendada para adultos sanos es de 200 miligramos de cafeína y la cantidad máxima diaria es de 400 miligramos. Sin embargo, dependiendo de la receta del producto, una bebida energética y algunos chicles de frutas con cafeína pueden superar ya la dosis única máxima. Dos cafés, una bebida de mate y una barrita de cafeína superan la cantidad máxima diaria. "Para los adolescentes, la dosis diaria recomendada es inferior, de tres miligramos de cafeína por kilogramo de peso corporal. Por eso, para descartar una sobredosis por descuido, aconsejamos vigilar de cerca el contenido de cafeína", dice Brandstädter.
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