Edulcorante controvertido
foodwatch, Yuka y la Liga contra el Cáncer piden la prohibición del aspartamo
foodwatch ha pedido a la Comisión Europea que retire la autorización del edulcorante aspartamo. En un informe publicado el martes, la organización de consumidores advierte de los riesgos para la salud de este edulcorante ampliamente utilizado. El caso del aspartamo pone de manifiesto las deficiencias de la evaluación de la seguridad de los aditivos en la Unión Europea. Ésta se basa en exceso en estudios encargados por la industria y es muy poco transparente. foodwatch pide a la Comisión Europea que aplique el principio de cautela consagrado en la legislación europea. El aspartamo sólo debe reintroducirse en el mercado una vez que una reevaluación independiente haya demostrado la seguridad del edulcorante.
Junto con la aplicación alimentaria Yuka y la Liga Francesa contra el Cáncer, foodwatch ha lanzado una petición a escala europea dirigida a la Comisión Europea en la que se pide la prohibición del aspartamo: https://www.foodwatch.org/de/mitmachen/aspartam-verbieten.
"Los consumidores no somos los conejillos de indias de la industria: lo que acaba en nuestros platos debe ser seguro. La UE debe tomarse en serio el principio de precaución y retirar rigurosamente los aditivos del mercado si existen dudas sobre su seguridad", exigió la Dra. Rebekka Siegmann, de foodwatch.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el aspartamo como potencialmente cancerígeno en 2023 sobre la base de una revisión exhaustiva de todos los estudios disponibles. Al mismo tiempo, el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró que el aspartamo no planteaba ningún riesgo con los hábitos de consumo actuales. Sin embargo, foodwatch critica el hecho de que el JECFA basara esta evaluación de riesgos principalmente en un único estudio de 1981, realizado por el propio mayor fabricante de aspartamo del mundo. En cambio, un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud de Francia (INSERM) ha detectado un riesgo de cáncer incluso a dosis significativamente más bajas.
La evaluación de riesgos depende demasiado de los estudios de la industria
Un procedimiento de autorización a escala de la UE regula qué aditivos pueden utilizar los fabricantes de alimentos. En teoría, la UE debe utilizar este procedimiento para garantizar una protección adecuada de la salud de los consumidores. En la práctica, sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se basa demasiado en estudios financiados por la industria en su evaluación de riesgos, criticó foodwatch.
En su evaluación de riesgos del aspartamo de 2013, por ejemplo, la EFSA calificó de poco fiables los 73 estudios que apuntaban a posibles riesgos del edulcorante. En cambio, la mayoría de los 81 estudios que no hallaron relación alguna con riesgos para la salud se consideraron fiables. Al parecer, aquí se aplicó un doble rasero, criticó foodwatch. Así lo demuestra un análisis de la organización de consumidores: Casi tres cuartas partes de los estudios considerados fiables fueron realizados por los propios fabricantes de aspartamo o sus autores citaron vínculos con la industria. Los estudios de la industria suelen ser confidenciales y no pueden ser consultados por el público, criticó foodwatch. Sin embargo, la investigación muestra fuertes correlaciones entre la financiación y los resultados de la investigación.
El aspartamo se utiliza en unos 2.500 alimentos en toda Europa, principalmente en productos dietéticos y bebidas sin azúcar. Entre ellos figuran numerosos refrescos de uso muy extendido, como Coca-Cola Zero, Pepsi Max y Sprite Zero. Los fabricantes se centran cada vez más en los edulcorantes, ya que está científicamente demostrado que los refrescos azucarados son uno de los principales causantes de la diabetes de tipo 2. Por ello, cada vez son más los países que introducen políticas sobre el uso de edulcorantes. Por ello, cada vez más países están introduciendo medidas políticas contra el consumo excesivo de azúcar, como un impuesto sobre los refrescos.
"Si las empresas se limitan a sustituir el azúcar por otras sustancias problemáticas, poco se ganará para la salud. Una cosa está clara: los consumidores no quieren sustancias de riesgo en sus bebidas", criticó Rebekka Siegmann.
Según una encuesta representativa del instituto demoscópico YouGov, el 65% de los alemanes está a favor de prohibir el aspartamo por motivos de precaución.
El principio de precaución de la UE permite a los legisladores adoptar medidas cautelares en caso de incertidumbre científica sobre los riesgos para la salud de una sustancia.
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