El proyecto RISEGAL crea una serie de vídeos para comprender los riesgos emergentes en seguridad alimentaria
¿Cómo afecta el cambio climático a la seguridad alimentaria? ¿Por qué nuestros cambios en los hábitos de consumo pueden entrañar riesgos? ¿O qué relación hay entre el envejecimiento de la población y la aparición de nuevos riesgos emergentes? A través de una serie de vídeos divulgativos, la red RISEGAL responde a estas y otras muchas preguntas relacionadas con la seguridad alimentaria.
Reforzar la seguridad alimentaria y reducir los riesgos emergentes asociados a ella es el objetivo principal de la red RISEGAL.
RISEGAL
Coordinada por el equipo de Microbiología y Tecnología de Productos Marinos (Microtec) del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC), la Rede Galega de Riscos Emerxentes en Seguridade Alimentaria (RISEGAL) nace en 2017 para canalizar el conocimiento de diversos expertos en la comunidad autónoma gallega. A través del proyecto, que recibe financiación de la Xunta de Galicia y cuenta con la participación de las tres universidades gallegas y el CSIC, un grupo de trabajo multidisciplinar pretende diseñar estrategias preventivas que incrementen la seguridad del consumidor y refuercen la competitividad del sector agroalimentario en Galicia.
En este contexto, RISEGAL elabora audiovisuales en los que se explica qué es un riesgo emergente, qué factores lo impulsan o qué implicaciones tiene su aparición para la seguridad alimentaria. Así, personal investigador señala cómo el aumento de las temperaturas altera las condiciones de mares, océanos y ríos, lo que provoca que determinadas especies migren a lugares inaccesibles para los pescadores, y por tanto dejen de ser fuentes de alimentación. O cómo algunas bacterias marinas que viven a temperaturas medias más bien a elevadas están apareciendo en aguas más frías, con el consiguiente riesgo de padecer gastroenteritis por consumo de alimentos de origen marino.
En otro vídeo, RISEGAL se centra en mostrar por qué el envejecimiento poblacional es un factor de riesgos emergentes, pues el sistema inmunitario a edades avanzadas se deprime, y eso aumenta la sensibilidad a determinados agentes como las toxinas presentes en alimentos. Asimismo, las nuevas formas en que procesamos y consumimos la comida pueden tener implicaciones en la seguridad alimentaria. Esta cuestión es abordada en un tercer vídeo donde se explica que la introducción en nuestro menú de nuevas fuentes de proteína –las algas y los insectos, por ejemplo– no está exenta de riesgos, o que las zoonosis alimentarias tienen que ver con el consumo de alimentos que no están suficientemente procesados desde el punto de vista térmico.
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