Insectos en los alimentos - ¿Un motivo de asco?
Comercialización de insectos como manjar
Computer generated picture
En este país, a muchos consumidores les repugnan los insectos. Piensan que son antihigiénicos y poco saludables y que, por tanto, no tienen cabida en la alimentación. Sin embargo, para cerca del 25% de la población mundial, comer insectos es una tradición. Además de las razones nutricionales, las cuestiones medioambientales y la preocupación por la seguridad alimentaria mundial también desempeñan un papel importante en el debate.
Los químicos alimentarios comprueban la calidad de los insectos
La adición de insectos a los alimentos no se hace arbitrariamente y sin controles. Los químicos alimentarios examinan los ingredientes de los alimentos y, por tanto, también los componentes de los insectos. "Sólo tras una exhaustiva evaluación de riesgos y la aprobación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) podrá comercializarse un producto que contenga insectos. Una lista positiva evita cualquier riesgo para la salud o engaño a los consumidores, al tiempo que garantiza los beneficios nutricionales-fisiológicos", explica el Dr. Prepens, químico alimentario. Además, la inspección alimentaria comprueba que las condiciones de uso, el etiquetado y las especificaciones cumplen el Reglamento sobre nuevos alimentos (UE 2015/2883). Como forma de presentación o adición, los cuatro insectos o sus larvas autorizados hasta ahora son utilizados como fuente de proteínas de alta calidad en proporciones limitadas en forma desecada, pastosa o en polvo únicamente por las empresas solicitantes, por ejemplo en pastas, galletas, barritas de cereales o premezclas para productos de panadería.
Los insectos son ricos en nutrientes
No sólo se procesan los ingredientes de los insectos para la alimentación, sino que también se pueden adquirir como hamburguesas o platos de pasta en supermercados o restaurantes. Esto se debe a que pueden aportar una valiosa contribución a la nutrición. "Muchos insectos comestibles contienen proteínas de alta calidad, ácidos grasos insaturados, fibra y micronutrientes", sabe el Prof. Röchter. "Comparados con la carne convencional de vacuno, cerdo o ave, los insectos comestibles no son inferiores desde el punto de vista nutricional".
No son perjudiciales para la salud, pero se sabe que su consumo puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles, prosigue Röchter. "Un estudio realizado en cooperación con la Universidad de Ciencias Aplicadas de Geisenheim y la Universidad de Ciencias Aplicadas Fresenius en el curso de seguridad alimentaria (B.Sc.) ha demostrado que las pruebas de detección de alérgenos en crustáceos (crustáceos) también pueden ser adecuadas para la detección de alérgenos en insectos/productos alimenticios que contienen insectos". Esto facilita la evaluación del potencial alergénico de tales productos", añade Prepens.
Comercialización de insectos como manjar
Hay muchos argumentos a favor de comer insectos. Pero, ¿cómo superar el asco a los insectos en la comida o como comida? El Prof. Dr. Fabian Christandl ya realizó un estudio en 2018 sobre cómo convencer a los consumidores para que coman insectos. "De nuestros resultados podemos deducir que los anunciantes deberían promocionar más bien los insectos como alimento de lujo. Esta estrategia tiende a convencer a más consumidores para que incluyan insectos en su dieta", comenta el Prof. Dr. Fabian Christandl. Esto también ha funcionado con otros alimentos en el pasado. La langosta, por ejemplo, solía recibir poca aprobación, pero luego incluso llegó a aceptarse como manjar.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.