El proyecto universitario "ALGROW" explora opciones sostenibles para la producción de microalgas
Las nuevas tecnologías podrían reducir las emisiones de CO2 en el sector industrial
Antonio Gavalas Olea
Más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Alemania fueron producidas por la industria en 2022. Una solución podría ser utilizar los gases residuales allí producidos para la producción de algas. Esto se debe a que las microalgas necesitan CO2, entre otras cosas, para crecer. Éste también puede obtenerse de los gases residuales industriales. "Los estudios demuestran que las microalgas pueden reducir el contenido de gases tóxicos en los gases residuales hasta en un 75 por ciento y reducir así la emisión de gases de efecto invernadero", afirma la directora del proyecto, la Prof. Dra. Imke Lang. Así pues, las microalgas podrían ser una forma de conseguir que la industria sea más neutra desde el punto de vista climático". Las empresas productoras de algas también se beneficiarían de ello. "El uso de CO2 aumenta considerablemente el crecimiento celular y, por tanto, el rendimiento. Sin embargo, el gas es un recurso costoso. Los gases residuales industriales serían una alternativa más barata", afirma el profesor Lang. El proyecto también investigará si los gases residuales calientes también pueden utilizarse para la producción de algas. Entonces podrían introducirse directamente en el reactor en el que se cultivan las microalgas.
Un reto económico especial es la cosecha y el secado de las microalgas. Aquí, los costes de explotación son actualmente muy elevados. "El secado se realiza por tambor, pulverización, congelación o secado al sol. Los tres primeros procesos se utilizan cuando se quieren obtener productos de alta calidad. Sin embargo, implican costes elevados, que pueden llegar al 20-30% de la producción total. Con el último método de secado, cabe esperar defectos de calidad del producto debidos a la contaminación y la oxidación. Por lo tanto, sólo se utiliza cuando la integridad y la calidad no son un problema", afirma el profesor Lang. Los investigadores quieren utilizar el calor residual industrial para desarrollar un método de secado rentable que sea respetuoso con el producto y, al mismo tiempo, garantice su alta calidad.
El proyecto no sólo pretende responder a preguntas sobre el cultivo sostenible y económico de microalgas, sino también elaborar una recomendación para la producción comercial de microalgas en Bremerhaven. "Actualmente no hay ninguna planta de producción comercial de microalgas en Bremerhaven y Bremen, aunque encontramos productores de alimentos y piensos y otras empresas con diversos flujos residuales valiosos. La reducción de la emisión de gases residuales a la atmósfera y los menores costes de producción de las microalgas, al tiempo que aumentan su rendimiento, hacen que la producción de algas resulte atractiva para la región. Al mismo tiempo, la industria alimentaria puede utilizar las valiosas sustancias extraídas de las algas. Entre los usos concebibles se incluyen sustancias utilizadas como recubrimientos y gelificantes, pigmentos como tintes o antioxidantes", afirma el profesor Lang.
El proyecto "Crecimiento de las algas", de dos años de duración, está financiado por la Bremerhavener Gesellschaft für Investitionsförderung und Stadtentwicklung mbH (BIS) dentro del programa de financiación PFAU.
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