Comer saltamontes y gusanos de la harina - puaj

Un proyecto de investigación europeo estudió la aceptación de los insectos como alimento en tres países

31.10.2023
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La aceptación de los alimentos elaborados con insectos es muy baja en Alemania, Italia y Portugal. Así se desprende de una encuesta representativa realizada en estos tres países en el marco del proyecto de investigación de la UE "Cadena sostenible de insectos" (SUSINCHAIN). Los encuestados apenas están dispuestos a gastar dinero en alimentos elaborados con insectos. "Al contrario, incluso piensan que debería haber un incentivo económico o algún tipo de prima para que la gente se decantara por alimentos elaborados a partir de insectos", afirma Mariam Nikravech, investigadora asociada del Departamento de Educación para la Nutrición Sostenible y la Ciencia de los Alimentos de la TU, responsable del estudio representativo.

Dado que se prevé que la población mundial crezca hasta los 9.100 millones de personas en 2050, es necesario desarrollar otras fuentes de proteínas tanto para la alimentación humana como animal. Los insectos podrían ser adecuados para ello. Son ricos en proteínas, minerales y vitaminas. Y su producción supondría una carga menor para la naturaleza que la cría convencional de ganado vacuno y porcino. Para producir un kilogramo de gusanos de la harina sólo se necesita el diez por ciento de la superficie necesaria para producir un kilogramo de carne de vacuno.

Aprobación ligeramente superior
Entre otras cosas, se pidió a los encuestados que decidieran entre albóndigas cuyo ingrediente principal eran saltamontes y gusanos de la harina y albóndigas elaboradas con carne de pollos alimentados con insectos. Esto demostró que la aceptación de la carne de pollos alimentados con insectos era ligeramente superior a la de las albóndigas elaboradas sólo con insectos.

"Los resultados de nuestra muestra confirmaron las conclusiones de otras encuestas sobre la escasa aceptación en Europa. Sin embargo, también queríamos averiguar si era posible aumentar la aceptación y cómo", afirma Mariam Nikravech.

La información adicional puede tener un efecto positivo
Por ello, los investigadores* proporcionaron a los encuestados información adicional, por ejemplo que la carne picada puede sustituirse por alternativas sin carne, incluidas las proteínas de insectos, y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y comer de forma más sostenible. En Portugal, esta información aumentó la aceptación de los sustitutos de la carne elaborados con gusanos de la harina. En Italia, la información adicional sobre sostenibilidad sólo tuvo un efecto positivo en la aceptación de los gusanos de la harina y en Alemania en el pollo alimentado con insectos y en la aceptación de los saltamontes. "La referencia al contenido proteínico de los insectos, en cambio, no provocó un aumento de la aceptación ni en Alemania ni en Italia", resume Mariam Nikravech.

También se demostró que la confianza es un factor importante que influye en la aceptación. "Las personas que consideran seguros los alimentos elaborados con insectos, es decir, que no los ven perjudiciales para la salud, son más propensas a comprar este tipo de alimentos", afirma la politóloga.

Inexplicable disparidad entre los "never-takers"
Y luego están los llamados "never-takers", es decir, los que nunca comerían alimentos elaborados con insectos. "En Alemania y Portugal, de los 500 encuestados en cada país, eran mayoría: 64% en Alemania y 58% en Portugal. En Italia, sin embargo, estos 'nunca comedores' representaban sólo el dos por ciento. Fue sorprendente, pero aún no podemos explicar la disparidad entre los países", afirma el científico.

Son el asco y el miedo, el temor a enfermar por culpa de esos alimentos, los que justifican el rechazo. Las declaraciones sobre los alimentos a base de insectos como expresión de un estilo de vida urbano moderno dejaron igualmente indiferentes a alemanes, portugueses e italianos.

Pero incluso entre este grupo, el equipo de investigación intentó averiguar si existía alguna palanca para acabar con el rechazo. Mariam Nikravech: "Fue sobre todo la información de que los insectos son más ricos en proteínas y minerales que la carne lo que hizo más abiertos a los 'never-takers'". Para suavizar el rechazo fundamental de los 'never-takers', dice, es sobre todo importante que entren en contacto con alimentos a base de insectos y tengan la oportunidad de probarlos.

Su conclusión: la información adicional es definitivamente una palanca para aumentar la aceptación de los insectos como alimento en Europa.

En cada uno de los tres países, se encuestó a 500 personas, 51% mujeres, 49% hombres de entre 18 y 65 años.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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