Las mujeres embarazadas y lactantes deben evitar el pescado con altos niveles de metilmercurio

Por qué el carbonero es el más dañino pese a su bajo contenido en contaminantes

31.05.2024
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El abadejo tiene un contenido más bajo de la sustancia indeseable, pero es el que más contribuye a la ingesta de metilmercurio en la población porque este pescado se come mucho. Se encuentra en los palitos de pescado y en muchos otros platos de pescado preparados en el congelador (imagen simbólica).

El pescado y el marisco contienen numerosas vitaminas, oligoelementos y nutrientes importantes, como la vitamina D, el yodo y los ácidos grasos omega-3. Por ello, estos alimentos son una parte valiosa de una dieta sana y variada. Estos alimentos son, por tanto, una parte valiosa de una dieta sana y variada. Sin embargo, el compuesto de mercurio metilmercurio (MeHg) se acumula en el pescado y también en mejillones, cangrejos y calamares. La cantidad de esta sustancia indeseable que se encuentra en el pescado también depende de la especie, el tamaño y la edad del animal. No obstante, es poco probable que la mayoría de las personas sufran efectos adversos para la salud por comer pescado y marisco: el valor guía basado en la salud para el metilmercurio establecido por la Autoridad Europea de seguridad alimentaria (EFSA) no se supera para la mayoría de las personas. "La ingesta de metilmercurio puede reducirse, por ejemplo, comiendo menos especies de pescado con niveles especialmente altos", afirma el profesor Andreas Hensel, Presidente del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR). "Esto es especialmente importante para las mujeres embarazadas y lactantes, ya que estudios científicos han demostrado que el metilmercurio puede perjudicar el desarrollo neurológico".

El metilmercurio se forma cuando determinadas bacterias absorben compuestos inorgánicos de mercurio que se encuentran de forma natural en ríos, lagos y océanos y los convierten en compuestos orgánicos como el metilmercurio. Estos compuestos se acumulan en el pescado y el marisco a través de la cadena alimentaria y acaban entrando en el cuerpo humano cuando se consumen los animales. Por lo general, los niveles más altos de metilmercurio se miden en peces depredadores grandes y de mayor edad, como el tiburón, el pez espada y el atún.

Con el fin de evaluar mejor los riesgos para la salud asociados a su consumo, los investigadores del BfR combinaron datos de mediciones sobre los niveles de metilmercurio en alimentos listos para el consumo con datos sobre los hábitos alimentarios de la población en Alemania. Los datos de medición proceden del estudio MEAL (Meals for Exposure Estimation and Analysis of Food) del BfR, el primer estudio sobre la dieta total en Alemania. Para este estudio, los alimentos se compraron y prepararon de forma típicamente doméstica, es decir, el pescado se cocinó al horno, al vapor o frito. A continuación, se determinó el contenido de sustancias deseables e indeseables. Combinando estos valores con el consumo -es decir, la cantidad de un alimento consumida por distintos grupos de población- se obtiene una buena imagen de cómo se abastece de nutrientes a la población alemana y qué cantidades de sustancias indeseables consume a través de la alimentación.

En el estudio MEAL del BfR, los niveles más altos de metilmercurio se midieron en el atún, la pintarroja y la gallineta nórdica. El abadejo tiene un contenido menor de la sustancia indeseable, pero es el que más contribuye a la ingesta de metilmercurio en la población porque este pescado se come mucho. Se encuentra, por ejemplo, en los palitos de pescado y en muchos otros platos de pescado preparados en el congelador. El análisis mostró que la ingesta media en todos los grupos de edad está por debajo de la cantidad tolerable. El valor guía de la EFSA basado en la salud es de 1,3 microgramos (µg) de metilmercurio por kilogramo de peso corporal a la semana. Si se respeta este valor, no cabe esperar efectos adversos para la salud.

Para los adolescentes y adultos jóvenes de entre 14 y 25 años, se determinaron los valores más altos de ingesta de metilmercurio en relación con el peso corporal. Dependiendo de la cantidad y la elección del pescado consumido, algunos de ellos superaban el valor guía basado en la salud. Según los análisis, sobre todo las personas del grupo de edad que comen atún absorben cantidades elevadas de metilmercurio. Una cosa es cierta: La probabilidad de efectos adversos para la salud debidos a la ingesta de metilmercurio aumenta cuando se supera el valor guía. La ingesta de metilmercurio puede reducirse eligiendo especies con niveles más bajos. Los consejos para el consumidor del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección de los Consumidores (BMUV) pueden ayudar en este sentido. Sin embargo, cuando se trata de pescado, el contenido de contaminantes no sólo debe considerarse de forma aislada. También deben tenerse en cuenta los beneficios para la salud del consumo de pescado, como el aporte de vitaminas, oligoelementos y determinados ácidos grasos poliinsaturados.

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