Garbanzos: alimentos sostenibles y respetuosos con el clima del futuro
Los garbanzos son una leguminosa resistente a la sequía con un alto contenido en proteínas
Wolfram Weckwerth
Los largos periodos de estrés por sequía también se han convertido en una realidad en Europa Central debido al cambio climático, una gran amenaza para la productividad de las plantas, las cosechas y, por tanto, la seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, se está produciendo un declive en el uso de la diversidad fitogenética, y el sistema alimentario mundial se ha vuelto cada vez más uniforme. Aunque existen aproximadamente 7.000 cultivos comestibles, dos tercios de la producción mundial de alimentos se basa en sólo nueve especies de cultivos. "Esta estrecha base genética puede tener varias consecuencias negativas, como una mayor susceptibilidad de las plantas a enfermedades y plagas, una menor resistencia a factores como la sequía y el cambio climático, y una mayor fragilidad económica", explica el biólogo molecular Wolfram Weckwerth, de la Universidad de Viena. "Mantener una diversidad vegetal y genética adecuada es crucial para la agricultura, que debe adaptarse a las condiciones cambiantes del futuro. Con nuestro nuevo estudio hemos dado un paso importante en esta dirección y hemos considerado el garbanzo como un importante alimento del futuro", afirma Weckwerth.
En la actualidad, el garbanzo no es una de las plantas mencionadas en las que se basa principalmente la dieta mundial. El equipo internacional de investigación dirigido por Wolfram Weckwerth ha investigado ahora las variaciones naturales de distintos genotipos de garbanzo y su resistencia al estrés por sequía, y ha obtenido resultados prometedores. El equipo logró cultivar muchas variedades diferentes de garbanzos bajo estrés por sequía en un experimento de campo en una región de la ciudad de Viena, demostrando que los garbanzos son una gran planta leguminosa alternativa con un alto contenido en proteínas que puede complementar los sistemas de cultivo de cereales en zonas urbanas. "Las distintas variedades y tipos silvestres muestran mecanismos muy diferentes para hacer frente al estrés por sequía persistente. Esta variabilidad genética natural es especialmente importante para resistir el cambio climático y garantizar la supervivencia de la planta", afirma Weckwerth.
"En nuestro estudio, utilizamos un índice de susceptibilidad al estrés (SSI) para evaluar los efectos del estrés por sequía sobre el rendimiento. Esto nos permitió identificar los genotipos con mejor y peor rendimiento en condiciones de estrés. Nuestros hallazgos son cruciales para la selección de genotipos de garbanzos tolerantes a la sequía", explica Palak Chaturvedi, de la Universidad de Viena y autor principal del estudio. El equipo utilizó inteligencia artificial, estadística multivariante y modelización para identificar marcadores y mecanismos que mejoren la resistencia al estrés por sequía.
"Por su alto contenido en proteínas y su resistencia a la sequía, las legumbres como los garbanzos son un alimento del futuro. Otra ventaja es que una mayor proporción de legumbres en los sistemas agrícolas de un país mejora la eficiencia global del uso del nitrógeno, lo que también hace que la agricultura sea más sostenible", resume Weckwerth.
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Publicación original
Palak Chaturvedi, Iro Pierides, Cristina López‐Hidalgo, Vanika Garg, Shuang Zhang, Rutwik Barmukh, Anke Bellaire, Jiahang Li, Gert Bachmann, Luis Valledor, Rajeev K. Varshney, Arindam Ghatak, Wolfram Weckwerth; "Natural variation in the chickpea metabolome under drought stress"; Plant Biotechnology Journal, 2024-10-16