Cómo perjudican a nuestro organismo las bebidas en bolsa

24.10.2024
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Las bebidas envasadas seducen a los consumidores con su colorido diseño y sus imágenes de fruta fresca. Sin embargo, el envase no suele cumplir lo que promete: los cartones de zumo a menudo sólo contienen agua azucarada con aromas. Contienen zumo, pero en porcentajes de un solo dígito. La revista de farmacia "diabetes Ratgeber" muestra lo que estos productos hacen a nuestro organismo y qué alternativas saludables existen.

El hígado graso favorece la diabetes tipo 2

Dependiendo del fabricante, las bebidas de paquete contienen hasta once gramos de azúcar por cada 100 mililitros de bebida. Por tanto, con un paquete de 500 mililitros podemos consumir hasta 50 gramos de azúcar de una sola vez. Mientras que una botella de medio litro de zumo espumoso teóricamente se puede volver a cerrar, no se puede volver a cerrar un paquete de bebida. 50 gramos de azúcar es el máximo absoluto recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para adultos durante todo el día.

Este azúcar se deja sentir en muchos lugares del cuerpo. Por ejemplo, si se acumula demasiada fructosa, con el tiempo puede aparecer un hígado graso. Esto se debe a que el hígado procesa la fructosa de forma similar al alcohol: convierte el exceso de fructosa en grasa y la almacena. Un hígado graso puede favorecer la diabetes de tipo 2 y provocar enfermedades graves como inflamación hepática o cirrosis. Lo que también debes saber es que tanto las bebidas azucaradas como las sin azúcar no sacian. Esto se debe a que abandonan rápidamente el estómago. El azúcar que contienen sigue aportando calorías y hace que se libere mucha insulina. Ambas favorecen el aumento de peso.

Condimenta el agua con bayas y hierbas

La glucosa de las bebidas dulces llega muy rápidamente a la sangre. El azúcar en sangre se dispara, seguido poco después por la insulina. Esto hace que el azúcar vuelva a bajar, lo que puede provocar antojos. Los niveles elevados de insulina hacen que engordemos con facilidad. Así que "inyectarse" niveles altos de azúcar en sangre con insulina después de tomar bebidas dulces no es una estrategia sostenible.

Es mejor calmar la sed con agua, aconseja Cordula Siegmann-Thoss, catedrática de Bioquímica Médica y Patobioquímica de la Nutrición y directora del programa de Terapia Nutricional de la Universidad Europea de Ciencias Aplicadas de Rheine: " El agua también se puede condimentar con bayas, hierbas o rodajas de pepino". Queda bonito y parte del sabor se transfiere al agua. Las infusiones de hierbas o frutas sin azúcar también son una buena alternativa sin calorías.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.

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