Escasez y subida de precios en la industria chocolatera: ¿salvará el cacao cultivado en laboratorio a nuestro conejito de chocolate?
Justo a tiempo para Semana Santa, la subida de los precios del chocolate golpea el ánimo de los consumidores: el coste del cacao en grano casi se ha triplicado en una década. Los retos de la producción tradicional de cacao son cada vez mayores debido al cambio climático, el aumento de las plagas y unas normativas más estrictas. Además, las habas sólo crecen en unas pocas regiones. Mientras los fabricantes se ven cada vez más obligados a reducir la cantidad de cacao en los productos y sustituir la manteca de cacao por grasa de palma, por ejemplo, el cacao celular y los enfoques innovadores del cultivo podrían ser una alternativa sostenible y económica. Los fabricantes alemanes de chocolate también están investigando e invirtiendo. Pero, ¿cuándo alcanzarán las nuevas tecnologías la madurez necesaria en el mercado y qué repercusiones tendrán en el futuro de la industria?
La industria del chocolate se enfrenta a un punto de inflexión: el cambio climático, el aumento de los costes y los nuevos requisitos normativos están planteando importantes retos a los métodos de producción tradicionales. Entre 2014 y 2024, los precios del cacao aumentaron un 177% en todo el mundo. Las principales causas son las influencias climáticas, como los prolongados periodos de sequía, sobre todo en África Occidental, donde tiene lugar alrededor del 70% de la producción mundial de cacao en grano. Enfermedades como el "virus de los brotes hinchados" o la "enfermedad de la vaina negra" destruyen hasta el 20% de la cosecha cada año. Además, los conflictos por el uso de la tierra provocados por las minas ilegales amenazan valiosas zonas de cultivo. Al mismo tiempo, la demanda mundial crece un 3,5% anual, sobre todo en Europa y Norteamérica. El aumento de la normativa está agravando la situación: a partir del 30 de diciembre de 2025 entrará en vigor para los grandes importadores, con fecha límite en junio de 2026 para las empresas más pequeñas, el Reglamento de la UE sobre deforestación, que obliga a los importadores a demostrar que sus productos de cacao no han contribuido a la deforestación. Por tanto, las empresas deben replantearse e invertir en métodos de producción alternativos. Tecnologías como el cacao celular de laboratorio y la Agricultura en Ambiente Controlado (CEA) ofrecen aquí nuevas oportunidades. La CEA describe métodos de cultivo en entornos controlados, como invernaderos, diseñados para permitir la independencia climática y mayores rendimientos. "Estas innovaciones podrían revolucionar toda la cadena de valor de la producción de chocolate y ayudar a satisfacer la creciente demanda de forma más sostenible", afirma Adrian Kirste, experto en bienes de consumo y socio de Kearney. "Estas tecnologías podrían ser cruciales, especialmente para las empresas que quieren diversificar sus cadenas de suministro y minimizar los riesgos".
Aún demasiado caro: el cacao celular cuesta cinco veces más
En la actualidad, sin embargo, el cacao basado en células sigue siendo unas cinco veces más caro que el producto producido convencionalmente, sin que haya diferencias en cuanto a textura o sabor. "Con el aumento de la escala y los avances tecnológicos, esperamos que el cacao de laboratorio pueda competir en precio con el cacao convencional dentro de diez años, y a largo plazo debería ser incluso más barato", explica Kirste. Demasiado tiempo, si se tiene en cuenta que los precios del cacao y el chocolate en Alemania ya están por las nubes y algunos productos ya ni siquiera están disponibles. Según Kirste, la producción en invernaderos es, por tanto, una especie de tecnología puente, pero con potencial para convertirse a largo plazo en parte integrante de la agricultura de estos países: "La agricultura de interior permite una calidad y unos rendimientos constantes y puede acercar la producción a los centros de transformación o consumo, lo que facilita mucho la logística." Algunos ejemplos de empresas que ya utilizan CEA son Gotham Greens, con invernaderos en azoteas que utilizan energía renovable, y Freight Farms, con granjas hidropónicas modulares en contenedores de transporte. Sin embargo, el método de cultivo sostenible sigue siendo bastante intensivo en capital y es difícil garantizar la rentabilidad de las materias primas o los productos de bajo precio.
Sostenibilidad gracias a la tecnología
Estas perspectivas económicas también complementan los beneficios ecológicos de las nuevas tecnologías. El cacao celular se produce mediante un innovador proceso biotecnológico. Primero se extraen células de una planta de cacao y se multiplican en una solución rica en nutrientes. A continuación se cultivan en biorreactores, donde se fermentan, secan y tuestan en un proceso controlado para desarrollar el sabor y la textura deseados. "Este proceso permite una producción de cacao sostenible y constante, independiente de las fluctuaciones climáticas, las malas cosechas o las plagas", explica Kirste. El uso de cacao celular y su cultivo en entornos controlados reduce la deforestación, minimiza la huella de carbono y protege los ecosistemas tropicales, mientras que las plantaciones tradicionales de cacao contribuyen significativamente a la deforestación. "La producción celular podría cambiar las reglas del juego para reducir el impacto ambiental a largo plazo", afirma Kirste. Especialmente en regiones como África Occidental, como Costa de Marfil o Ghana, afectadas regularmente por malas cosechas, estas innovaciones podrían marcar una diferencia decisiva.
La aprobación podría tardar aún algún tiempo
Sin embargo, a pesar de los beneficios ecológicos, las nuevas tecnologías siguen enfrentándose a obstáculos reglamentarios. En EE.UU., el proceso de aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) tardará entre uno y tres años. Mientras que las autorizaciones existentes para productos a base de células afectan sobre todo al sector de la carne y el pescado, una autorización para productos de cultivo celular a base de plantas sería algo nuevo. En la UE, el procedimiento de autorización de nuevos alimentos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) podría durar entre tres y cinco años. "Los mayores retos se refieren a la seguridad alimentaria, en particular toxicidad y alergenicidad, así como al etiquetado", explica Kirste. La modificación genética también sigue siendo un tema delicado de debate. No obstante, se muestra optimista ante la posibilidad de alcanzar la madurez del mercado en un futuro próximo. "Las empresas deben invertir en estas tecnologías alternativas en una fase temprana y seguir de cerca la evolución de la normativa", subraya Kirste.
Modelos híbridos como futuro del chocolate
Es probable que el futuro del chocolate pase por los modelos híbridos. "El cacao celular no sustituirá a los productos convencionales, sino que los complementará de forma significativa. Vemos las primeras aplicaciones potenciales en el segmento premium en particular, ya que los consumidores están más dispuestos a pagar más por alternativas sostenibles y de alta calidad", predice Kirste. A largo plazo, estas tecnologías también podrían penetrar en el mercado de masas a medida que aumente la producción y bajen los costes. La voluntad del sector de innovar e invertir es crucial en este sentido. "Quienes inviertan hoy podrían asegurarse el conejo de Pascua del mañana", concluye Kirste.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.